El Tribunal Superior de Justícia de Cataluña (TSJC) ha condenado a 20 meses de inhabilitación y a pagar una multa de 30.000 euros a los cuatro miembros independentistas de la Mesa del Parlament en el 2017 por un delito de desobediencia, al haber permitido la tramitación de varias iniciativas y leyes del procés en un "contumaz", "persistente" y "recalcitrante incumplimiento" de las resoluciones del Tribunal Constitucional (TC). La pena impuesta a los posconvergentes Lluís Corominas, Lluís Guinó y Ramona Barrufet y a la republicana Anna Simó es la que solicitaba la Fiscalía para ellos. En cambio, la exparlamentaria de la CUP Mireia Boya, también encausada, ha sido absuelta.

"Barbaridad" y "aberración" son algunos de los calificativos con los que definieron el veredicto los partidos independentistas. JxCat afirmó que mantendrá de momento en el grupo a Guinó, el único de los condenados que posee hoy acta de diputado en el Parlament.