Los 175.000 vecinos de la capital burgalesa tendrán confinamiento perimetral desde la próxima medianoche y los de las capitales de Palencia y León, y la localidad leonesa de San Andrés de Rabanedo ampliarán en otros 14 días las dos semanas que llevan confinados.

Así se recoge en las órdenes que publica este martes el Boletín Oficial de Castilla y León, que además incluye la ampliación en otra semana de las medidas más restrictivas, aunque sin limitación perimetral de la movilidad, de la localidad vallisoletana de Medina del Campo, medidas todas que deberá avalar la justicia.

Tras dos semanas confinados, Palencia, León y San Andrés, que suman más de 232.000 habitantes, no han logrado bajar de los 500 casos por 100.000 habitantes, ni del 10 por ciento de positivos en 15 días o una ocupación de las ucis de enfermos covid del 35 por ciento y cumplirán otras dos semanas de restricción de la movilidad perimetral.

Y Medina del Campo, con más de 20.000 vecinos, que ya estuvo confinada dos semanas y que lleva otra con medidas restrictivas, tendrá que estar otros siete días con esos menores aforos en lo social, cultura y restauración.

Esta medianoche ha entrado enconfinamiento Aranda de Duero (Burgos), con algo más de 32.000 vecinos.

El goteo de confinamientos en Castilla y León supone que uno de cada cuatro ciudadanos de la Comunidad, en torno a 618.000, están confinados perimetralmente y con medidas restrictivas en aforos sociales y culturales.

Con Burgos son cuatro de las nueve capitales de Castilla y León las que estarán con confinamientos perimetrales, que desde el sábado afectan a los 144.000 vecinos de la capital salmantina, mientras que Palencia (78.000 habitantes) y León (124.000), que llevaban con la movilidad restringida desde el 7 de octubre y que tendrán que cumplir otras dos semanas desde esta medianoche.

También tienen confinamiento Miranda de Ebro (35.000), en Burgos, desde el 11 de octubre, San Andrés de Rabanedo (30.000), desde el 7 de octubre, y otras dos semanas desde la próxima medianoche, y San Pedro Latarce, un pequeño pueblo de Valladolid de unos 500 vecinos, desde el 13 de octubre.

Y la localidad de Pedrajas de San Esteban, de 3.300 vecinos, afronta su quinta semana confinada, tras acordar el pasado viernes la Consejería de Sanidad esa ampliación, mientras que salió del confinamiento Íscar, de 6.300 vecinos, que deberá estar no obstante otros siete días con medidas restrictivas.

Desde el pasado sábado, rige para los 2.400.000 vecinos de Castilla y León la prohibición de consumir en barra, de fumar en las terrazas o de hacerlo en la calle si no se aseguran los dos metros de distancia, y en las reuniones familiares y sociales el límite está en seis personas.