Aforo del 50% y sin público
El Covid-19 condicionará un hemiciclo con puertas abiertas al que no asistirán invitados

Santiago Abascal, en una sesión de control al Gobierno. / // Efe
Miguel ángel Rodríguez | Madrid
Por quinta vez en la democracia -la tercera en poco más de tres años-, el hemiciclo del Congreso de los Diputados volverá a ser mañana el escenario de una moción de censura. Pero esta vez, más allá del cambio de protagonistas, el público, el atrezo y hasta el vestuario también serán diferentes, marcados por la pandemia de coronavirus.
Con el elenco de diputados reducido al 50% y sin espectadores que desde los balcones vitoreen y abucheen las actuaciones de propios y ajenos, el debate de la moción registrada por Santiago Abascal para sacar a Pedro Sánchez de la Moncloa será, sino menos intenso, sí menos espectacular que los anteriores.
Desde hace semanas, en la Cámara baja solo entran la mitad de los parlamentarios para intentar respetar, aunque no siempre se logre, las distancias de seguridad. Esta vez no será distinto. Pese a lo especial de la ocasión -las mociones se han vuelto habituales en los últimos años, pero aún mantienen cierto halo de excepcionalidad-, el acuerdo alcanzado por todos los grupos para reducir al 50% el aforo de la Cámara sigue vigente, señalan fuentes parlamentarias, dejando a los oradores con la mitad de sus huestes. No obstante, es responsabilidad de cada partido que se cumpla, ya que no se puede prohibir la entrada al hemiciclo a ningún diputado.
Tampoco tendrán el apoyo de los espectadores que en otras ocasiones seguían el pleno desde la tribuna de invitados. Hace dos años, cuando Sánchez presentó la misma iniciativa contra el expresidente Mariano Rajoy, los balcones del hemiciclo se llenaron de líderes autonómicos, senadores, alcaldes y cargos orgánicos de todos los partidos. Esta vez, esas butacas permanecerán vacías por culpa de la pandemia, aseguran desde la Cámara baja.
A las anomalías de esta moción se suma la mascarilla, que volverá a ser un elemento más de la vestimenta de los diputados, que solo podrán quitársela cuando suban a la tribuna para hablar.
Sin embargo, en un pleno que está previsto que se alargue durante casi 12 horas mañana y otras seis el jueves, está por ver si los diputados también cumplen con la obligación de cambiarse de mascarilla cada cuatro horas si son quirúrgicas y cada ocho en el caso de que sean FFP2, aunque todo queda bajo la responsabilidad individual.
El último cortafuegos ante el virus será la ventilación, algo que resulta complejo en un hemiciclo que carece de ventanas. La solución, según explican desde el Congreso, será mantener las puertas de la Cámara abiertas. Una moción de censura, en resumen, atípica. La primera en tiempos de coronavirus.
- Carmen quedó parapléjica en el hospital de Ourense a los dos días de una cirugía de rodilla: «No quiero vivir así»
- Parte de la millonaria indemnización por la caída de una losa salió del bolsillo de los dueños del edificio
- Expulsan de un colegio de Vigo a un niño de Infantil por su agresividad
- Bares de Vigo reclaman a los clientes que «no tomen solo café» para reservar mesas para ver fútbol
- Rescatan a dos tripulantes de un pesquero tras arder y hundirse en la costa de Muros
- Dueños de pisos protegidos de Vigo piden hasta 75.000 euros en negro a los compradores
- La justicia archiva la denuncia por el caso del perro arrastrado por el Corredor do Morrazo
- Se buscan vecinos para vivir en este pueblo cerca de Vigo: hay trabajo y casas en venta desde 50.000 euros