En apenas una semana, el 24 de octubre, Pedro Sánchez contará con una foto poderosa y de enorme carga simbólica. Será recibido en audiencia por el Papa Francisco en el Vaticano. Será el primer encuentro entre ambos, en un contexto de buenas relaciones entre los dos Estados pero también de agenda con asuntos nada pacíficos para la Iglesia, como la reforma educativa o la ley de eutanasia.

El Gabinete del presidente llevaba tiempo preparando la visita, y de hecho quería encajarla tras el foro hispano-italiano del próximo martes, que Sánchez y el premier Giuseppe Conte clausuran en Roma. Pero finalmente la cita será cuatro días más tarde, tras la moción de censura de Vox (21 y 22) y su vuelo a Túnez (23). ¿Abordarán un próximo viaje del Papa a España? "Hablarán de todo. Le damos mucha importancia a este encuentro porque tenemos muy buenas relaciones", subrayaban ayer fuentes muy próximas al líder socialista.

Esa buena sintonía se ha ido cimentando en estos dos años. La vicepresidenta Carmen Calvo se entrevistó con el segundo de Jorge Bergoglio, el cardenal y secretario de Estado Pietro Parolin, en octubre de 2018. La reunión fue clave para allanar el camino de la exhumación de Franco y su reinhumación fuera de la Almudena. En octubre de 2019, Calvo regresó a Roma, a la ceremonia de creación de 13 nuevos cardenales, dos de ellos españoles. Allí se vio con el Papa y de nuevo con Parolin.

González Laya

Antes de la cita, será la titular de Exteriores, Arancha González Laya, quien despachará con el secretario para las Relaciones con los Estados, Paul Richard Gallagher. Será el martes, aprovechando su presencia en Roma por el 17º Foro de Diálogo Italia-España. La audiencia adquiere mayor relevancia por la presencia de Podemos en el Gobierno, aunque Pablo Iglesias ha elogiado en varias ocasiones a Francisco. También lo ha hecho Sánchez. El presidente alabó el contenido de la tercera encíclica de Bergoglio, "Fratelli tutti", por sus ataques al neoliberalismo y al populismo. El texto también fue citado por Calvo en la sesión de control frente a Vox.