La decisión del Gobierno de que el rey Felipe VI no asistiera el viernes en Barcelona al acto de entrega de despachos de los nuevos jueces sigue generando polémica e indignación en el Poder Judicial y en el PP, entre otros estamentos. El líder de los populares, Pablo Casado, en una dura intervención pidió ayer la destitución "inmediata" del ministro de Consumo, Alberto Garzón, y anunció que propondrá al Congreso la reprobación del vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, por "atacar al jefe del Estado".

La reacción contundente del PP tiene que ver con las críticas de ambos ministros al monarca por llamar al presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y del Supremo, Carlos Lesmes, y decirle que le "hubiera gustado" estar en Barcelona.

Garzón e Iglesias recordaron a Felipe VI su deber de neutralidad. Y ayer, en una intervención telemática con motivo de la clausura de la Escuela de Verano del PP de Aragón, Casado también anunció que pedirá la comparecencia del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por ser, a su juicio, "el único responsable" de tener en el Gobierno a un partido "imputado por financiación irregular, defensor de la tiranía venezolana, nostálgico de la barbarie comunista y aliado de los albaceas del terrorismo etarra y de los independentistas catalanes".

El dirigente popular aseguró que ni la Constitución, ni la monarquía, ni las leyes, ni la oposición son el problema de España, sino un Gobierno apoyado en alianzas cuyo "único vínculo reconocible es obligarnos a desandar el camino que hemos recorrido juntos desde 1976".

En un discurso que finalizó con un "Viva el Rey y viva España", el líder de los populares recordó que la monarquía fue votada "abrumadoramente" hace 40 años, en referencia al referéndum de la Constitución de 1978, en el que no se votó solo la monarquía, sino la Carta Magna en su conjunto, incluida la forma de Estado.

Casado añadió que la voz de su partido va a ser "especialmente clara" en la defensa de la Corona y de Felipe VI por lo que representa para "la continuación histórica de la nación". A su juicio, ser parte del Ejecutivo no proporciona "blindaje alguno" para "atentar contra las instituciones", especialmente cuando se ha prometido el cargo "con lealtad al Rey".

En todo caso, insistió en responsabilizar de todo al presidente Sánchez porque "él ha elegido a sus socios" y es quien les "consiente" y les "instiga". Casado acusó al jefe del Ejecutivo de negociar "la soberanía y la hacienda" con "defensores del terrorismo, delincuentes y golpistas" en medio de una crisis sanitaria "sin precedentes".

Y en este sentido, se preguntó en qué se ha convertido el Gobierno para que decida indultar a condenados por intentar, a su juicio, "hacernos extranjeros en nuestro propio país" y pretender "privarnos de nuestros derechos para imponer su dictadura", en referencia a los condenados por el procés.