El gabinete de coordinación del Plan Operativo Minerva, que regula la disponibilidad de agentes antidisturbios de los Mossos y que se diseñó para contener los graves altercados desencadenados por la sentencia del Tribunal Supremo (TS) contra los líderes del procés, activó ayer su máxima alerta ante el hipotético escenario de protestas en Cataluña en los próximos días como respuesta a una posible sentencia del TS que inhabilite al president de la Generalitat, Quim Torra.

En una instrucción interna, el comisario jefe de los Mossos, Eduard Sallent, comunicó el jueves tanto a la Brigada Móvil como a las distintas Áreas de Recursos Operativos que todos los antidisturbios de estos dos niveles deben estar disponibles. Los que no estén trabajando deberán estar "localizables". La decisión, explica Sallent, se ha tomado basándose en las "actualizaciones de los informes de amenazas que elabora la Comisaría General de Información".

La activación de la máxima alerta comporta también la previsión hipotética de que arrecien las protestas de un modo sostenido "y se configuren escenarios de orden público de la máxima complejidad durante diversos días" como posible reacción a un fallo que podría conocerse en los próximos días.

El horizonte de la próxima semana es complicado de prever debido, sobre todo, a la efervescencia de la segunda oleada de contagios de Covid-19. A pesar del grado de incertidumbre, fuentes policiales afirmaron ayer desconocer por qué el Gobierno de Pedro Sánchez optó por evitar que el rey Felipe VI encabezara la entrega de despachos a los nuevos jueces, pero subrayaron que la cancelación no se debe a ningún aviso policial.