El bloque de la investidura sigue vivo y podría sostener los cimientos de los próximos Presupuestos Generales del Estado. Este fue el mensaje que quiso transmitir Pablo Iglesias con las reuniones que mantuvo ayer con ERC y EH Bildu, en las que constató la predisposición de ambas formaciones a negociar las cuentas de 2021, según informaron desde la vicepresidencia segunda. Con esta aritmética parlamentaria bastante afianzada, no haría falta seguir explorando la opción de Cs.

El líder de Unidas Podemos citó a dirigentes de los dos partidos que se abstuvieron en la investidura para tantear sus intenciones y, de paso, armarse de razones para rechazar un pacto con Arrimadas. "En ambas reuniones, se ha confirmado la buena sintonía respecto a la necesidad de mantener la estabilidad de la legislatura y el actual rumbo del Gobierno de coalición en los próximos años, en una dirección progresista apoyada en la mayoría parlamentaria de la investidura", apuntaron desde la vicepresidencia de Iglesias a través de un comunicado.

Tras el encuentro, la portavoz abertzale, Mertxe Aizpurua, reafirmó su voluntad de "dialogar, negociar e incluso acordar los Presupuestos". Los republicanos catalanes también se entrevistaron por la tarde con la vicepresidenta primera, Carmen Calvo. No obstante, no informaron de ninguna de las dos reuniones.

Quienes tienen claro que votarán "no" a las Cuentas públicas para 2021 son los diputados de Junts per Catalunya. Al menos, así lo expresó su portavoz en el Congreso, Laura Borràs, quien aseguró que los ocho parlamentarios de su grupo (cuatro de Junts y cuatro del PDECat) mantendrán la unidad de voto en todas las cuestiones.