Pablo Iglesias quiere encarrilar el diálogo con ERC y EH Bildu de cara a los Presupuestos Generales del Estado para el 2021 para dejar a Ciudadanos, cuanto antes, fuera de la ecuación. Para ello, el vicepresidente segundo del Gobierno citó para hoy al portavoz republicano catalán, Gabriel Rufián, y a su homóloga en la formación abertzale, Mertxe Aizpurua. El movimiento del líder de Unidas Podemos no gusta del todo al sector socialista del Gobierno que, aunque deja claro que todos los integrantes del Ejecutivo deben remar en pro de los Presupuestos, considera que es la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, quien estará al frente de la negociación.

La intención de Iglesias con estos encuentros, según fuentes cercanas al vicepresidente, es tener un "gesto" con los partidos que apoyaron la investidura de Pedro Sánchez y tratar su "predisposición" a apoyar las cuentas públicas para el próximo año. No obstante, apuntan que no entrarán de lleno en la negociación presupuestaria porque el borrador que preparan entre PSOE y Podemos todavía no está listo. Sí se hablará de otros asuntos que puedan "darle estabilidad a la legislatura". En la cúpula morada ven estas citas como una "reunión informal".

Las convocatorias de Iglesias no sentaron bien a los ministros socialistas, que trataron de minimizar la importancia de los encuentros. "En este Gobierno ningún ministro, ningún vicepresidente, actúa por su cuenta y todos los ministros y todos los vicepresidentes tienen iniciativa. Son dos cosas compatibles y son deseables", dijo Montero. No obstante, la vicepresidenta primera, Carmen Calvo, dejó claro que no es tarea de Iglesias el diálogo para las cuentas públicas: "Los Presupuestos, como en todos los gobiernos del mundo, los tiene que hacer la ministra de Hacienda".