Artur Mas rompió ayer su silencio de meses para hablar sobre la crisis del espacio político que lideró durante una década. Aunque buscó un tono institucional, el expresidente de la Generalitat defendió con claridad al PDECat y lanzó varios dardos a Carles Puigdemont. Sobre todo uno: acusó a Junts, la fuerza que promueve, de fomentar la división del soberanismo y del espacio posconvergente.

¿Por qué ha callado Mas tanto tiempo cuando mucha gente le había pedido que hablara? Porque, dijo, estaba intentando que la ruptura no se consumase. Pero, una vez que Puigdemont y sus fieles abandonaron la militancia en el PDECat y lanzaron una opa hostil por la marca Junts per Catalunya, y después de que Joaquim Torra echara del Govern a la única "consellera" del PDECat, Àngels Chacón, se manifiesta. Mas se queda en el PDECat sin matices. "Yo no me he movido, otros sí", recordó. "¿Por qué no me integro en Junts? Después de 30 años trabajando en proyectos que buscaban la suma y la integración, no puedo acabar mi trayectoria política en un proyecto que puede llevar a la separación. Por primera vez tengo la sensación de que esto podría acabar en una separación", explicó.

Mas aseguró que todavía no descarta que el mundo posconvergente pacte una fórmula para presentarse de forma conjunta a las elecciones, que aún no tienen fecha. Su idea preferida, descartada por Puigdemont y los suyos, es la de la coalición electoral entre JxCat y el PDECat. Pero, si eso no es posible, el expresidente no descarta hacer campaña por el PDECat. "Una de mis decisiones es subrayar el perfil institucional. Pero eso no quiere decir que no pueda participar de alguna manera en las elecciones. Si lo hago será sobre todo dando ideas. Eso no renuncio a hacerlo", dijo.