La ofrenda floral a Rafael Casanova con motivo de la Diada de Cataluña ha quedado este miércoles desangelada. La pandemia del coronavirus ha obligado a celebrar un acto sin público, en silencio por ausencia de orquesta y con una Guardia de Honor de los Mossos d'Esquadra reducida a dos parejas, una acompañando a los invitados y otra a los pies del monumento al mártir del 1714.

Instituciones, partidos políticos, sindicatos y entidades han reducido al mínimo sus comitivas, con todos sus miembros enmascarados, en un evento que ha quedado poco lucido pese a ser el único acto oficial de la jornada. Solo los sardanistas han roto el silencio con su propia banda durante su ofrenda.

El Govern -encabezado por el 'president' de la Generalitat, Quim Torra, el 'vicepresident' Pere Aragonès y la 'consellera' de Presidència, Meritxell Budó-, ha rendido su homenaje muy puntual, seguido por la representación de la Mesa del Parlament, que ha contado con el presidente Roger Torrent, el vicepresidente Josep Costa (JxCat) y los diputados Rut Ribas (ERC) y David Pérez (PSC).

La portavoz del Govern ha recordado que es una Diada "diferente" por la crisis sanitaria, pero "no por ello deja de ser una Diada importante". El Ejecutivo catalán no participará en los actos presenciales para evitar aglomeraciones, por lo que Budó ha pedido a la ciudadanía que siga las recomendaciones sanitarias. En clave política, la 'consellera' ha insistido en que "no deja de ser una Diada reivindicativa, porque seguimos teniendo presos políticos y exiliados", ya que, a su juicio, "la represión sigue más que nunca". Así, ha exigido el fin de la judialización de la política, al tiempo que ha reivindicado la amnistía y el derecho a la autodeterminación.

El mismo mensaje ha replicado el presidente del Parlament y los partidos independentistas a medida que dejaban sus ofrendas florales. "Es una situación anómala porque en medio de una crisis sanitaria hay una crisis democrática [...] Continúa la represión y el conflicto político de primer orden sigue bien vivo", ha proclamado Torrent, y ha llamado a la ciudadanía a "conjurarse" para que esta Diada "sea la última con presos y exiliados y para encontrar una solución democrática basada en al amnistía y el derecho a la autodeterminación".

La figura de Companys

Por otro lado, la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, ha deseado "pese a todo, una buena Diada": "No es una Diada cualquiera, no es la que queríamos, no puede haber grandes manifestaciones ni aglomeraciones pero es una oportunidad para estar con la gente más cercana, para cuidarnos y tomar fuerzas. Vivimos tiempos complicados pero podemos salir juntos de esta", ha aseverado.

Al frente de la comitiva del PSC, Miquel Iceta ha mostrado su "compromiso en favor del país, de las instituciones, y de su gente para contribuir a una mejor unidad entre catalanes ante las prioridades que compartimos" aludiendo a la reconstrucción social y al "fortalecimiento" del Estado del bienestar.

Preguntado por el discurso del 'president' con motivo de la Diada, en el que el 'president' exigía al Rey y al Gobierno que pidan perdón por el asesinato de Lluís Companys, Iceta ha señalado que esas disculpas "se han producido a lo largo del tiempo" y ha recordado "en Montjuïc una reivindicación de la figura de Companys por la injusticia suprema que constituyó un juicio farsa y su fusilamiento". El dirigente socialista ha añadido que "el gran homenaje (a Companys) será la aprobación de la nueva ley de memoria democrática que contribuya a cerrar heridas, hacer justicia y mirar hacia delante", un mensaje que ha coincidido con el de Catalunya En Comú Podem.

El portavoz morado, Joan Mena, ha destacado que esta Diada debe ser de "orgullo" porque "la ciudadanía no se rinde" y "por la labor de los servicios públicos", aunque también ha deseado que esta sea una "Diada de reconstrucción, con más soberanía económica y social, con los presos en casa y con una alternativa republicana al mal Govern de JxCat".

Otro referéndum

Desde JxCat y ERC, Elsa Artadi y Marta Vilalta, han replicado el mensaje del Govern y han criticado que "la represión continúe". La portavoz republicana ha pedido también que esta Diada sea un "punto de inflexión para el futuro" en Cataluña y, así, "prepararse" para volver a hacer un referéndum de autodeterminación y "ganar definitivamente". Por su parte, la dirigente posconvergente ha considerado que este "punto de inflexión" debe ser para aparcar "desencuentros" y "proyectar la unidad desde propuestas concretas".

El presidente del PDECat, David Bonvehí, ha subrayado que en este nuevo curso político es el momento de "centrar el país" y se ha reivindicado como "la centralidad del independentismo", después de haber roto con el 'expresident' Carles Puigdemont y haber evidenciado la ruptura esta semana en el Parlament en la votación sobre la ley de alquileres. Un representante del PNV, invitado por el PDECat, ha acudido a la cita y ha defendido que Cataluña "pueda decidir con libertad y por vías democráticas su futuro". El PNC se ha estrenado en su primera Diada con Marta Pascal al frente para pedir que se deje atrás "el simbolismo y la confrontación".

Momentos de tensión en la ofrenda floral a Rafael Casanova

Momentos de tensión en la ofrenda floral a Rafael Casanova

Momentos de tensión en la ofrenda floral a Rafael Casanova | Vídeo: Agencia ATLAS | Foto: EFE

El vicepresidente de Òmnium Cultural, Marcel Mauri, ha hurgado en que es otra Diada de excepcionalidad porque Jordi Cuixart y el resto de preso siguen encarcelados, por lo que ha exigido al Gobierno que apruebe "una ley de amnistía". La presidenta de la ANC, Elisenda Paluzie, ha defendido el derecho a la manifestación "con seguridad" porque "los derechos civiles y políticos también son importantes" ante las críticas por mantener los eventos previstos para la jornada de hoy. "Justamente porque hay crisis la independencia ha concluido.

Pese a contar con menos afluencia, la cita también ha contado con miembros de grupos independentistas xenófobos al grito de "Cataluña, catalana". Por otra parte, los Mossos d'Esquadra han acompañado a la salida del perímetro al reportero Cake Minuesa después de que lanzara una bandera de España sobre las ofrendas florales y ante los insultos del público.