El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, ha cargado este martes contra la exportavoz del PP en el Congreso, Cayetana Álvarez de Toledo, por arremeter contra el partido y por sostener posiciones diferentes a las marcadas por la Ejecutiva respecto a la monarquía o la formación de un gobierno de concentración con el PSOE.

El líder de los 'populares' ha asegurado en un encuentro digital con 'El Mundo' que "nunca" ha apostado "tanto" y con tanto "riesgo político" como por Álvarez de Toledo: "Si hiciéramos unas primarias no hubiéramos sido muchos los que hubiéramos apostado por esa portavocía y yo lo hice y no pido a cambio más que no se manipulen conversaciones privadas y que el proyecto no se vea perjudicado", ha afirmado.

Además ha defendido que siempre ha ejercido la libertad, "como portavoz en años muy complicados". "Jamás dije algo en lo que no creyera, pero jamás arremetí contra el partido en el que militaba", ha recalcado, quien dice no arrepentirse pese a ello del nombramiento.

El presidente del PP ha confirmado que las críticas de Álvarez de Toledo a la marcha del rey emérito Juan Carlos I motivaron la reunión en la que fue cesada, pues para Casado la "defensa de la Casa Real" es "una línea roja" y ha aludido también a las reiteradas propuestas de la exportavoz a un Gobierno de concentración junto a los socialistas.

"La libertad tiene que ser compatible con un proyecto común que además está basado en los órganos de decisión a los que se pertenece", ha sostenido Casado, aludiendo a que si un comité decide que no el PP no formará parte de un Gobierno de concentración "lo lógico es asumir esa posición o no participar en ese proyecto".

Hay decisiones que corresponden al presidente del partido en "temas importantes", ha recalcado, y donde "no puede haber posiciones distintas", algo que a su juicio sabe Álvarez de Toledo, quien ha sido jefa de gabinete de un secretario general del partido.

Tras el cese de Álvarez de Toledo el proyecto del PP no va a cambiar "ni en la forma ni en el fondo" según Casado, que ha defendido que "ha dado la batalla de las ideas siempre" y que seguirá dando la "guerra cultural" en las cuestiones que preocupen a los españoles.

El presidente del PP ha sostenido además que mantiene "muy buena relación" con el expresidente José María Aznar y que nunca habla con él "de los nombramientos que hace el partido".