El Rey Felipe VI preside hoy la apertura del año judicial más insólito que se recuerda, por las restricciones impuestas por la pandemia y por el bloqueo institucional en la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), en funciones desde hace casi dos años, que pueden ser más tras el enésimo desacuerdo entre PP y PSOE.

El acto se celebrará como es costumbre en el Salón de Plenos del Tribunal Supremo, pero habrá importante novedades. A la llegada se tomará la temperatura a los asistentes, quienes estarán obligados a entregar un justificante sanitario de no padecer síntomas de Covid-19 y, claro, llevarán mascarilla.

El aforo se reducirá a un 30%, de manera que solo podrán acceder un reducido número de autoridades judiciales y civiles. Tampoco se celebrará el tradicional cóctel al término de la ceremonia, por lo que no habrá "corrillos" entre las autoridades y los veinte periodistas que seguirán el acto desde la biblioteca.

El CGPJ está pendiente de renovación desde diciembre de 2018 y antes de las vacaciones de verano suspendió varios nombramientos judiciales a la espera de que fructificaran las negociaciones entre Gobierno y PP. Pero la situación vuelve a estar enquistada, ya que los populares han puesto una nueva línea roja: negociarán "siempre que se den las circunstancias adecuadas" que, a su juicio, no se dan ahora con Podemos en el Gobierno. El PP acusa a su líder, Pablo Iglesias, de "estar permanentemente atacando al Poder judicial".