Después de varios días cargados de anuncios públicos de pesos pesados del PDECat de que abandonaban la militancia para alistarse en el partido que está preparando Carles Puigdemont, ayer otro referente de la posconvergencia rompió esa tendencia. Artur Mas, el expresidente de la Generalitat, de Convergència y fundador del PDECat, se quedará en la formación que impulsó y enfría de momento las expectativas de que fuera a romper el carnet. Así lo confirmaron ayer fuentes del partido. La situación es incómoda para Mas, que según su entorno mantiene buena relación con todas las partes en litigio y siempre abogó por una salida pactada que no rompiera el espacio posconvergente.

El goteo de bajas de los últimos días provoca que el PDECat haya perdido a un 7% de su militancia, según estimaciones de la propia formación. Son unos mil asociados que se van al nuevo partido que prepara Puigdemont y cuya gestación está condicionando el calendario electoral catalán.

Posición institucional

Este trasvase dispara los cálculos sobre la posición institucional en que quedan unos y otros. La goleada a favor del puigdemontismo es total en el Senado -los cinco representantes se dieron de baja del PDECat- y casi en el Parlament. Pero en el Congreso hay un empate: cuatro diputados son afines a Puigdemont y otros cuatro siguen en el PDECat. Estos últimos podrían multiplicar su trascendencia si deciden negociar con el Gobierno los Presupuestos Generales del Estado.