El debate de la vuelta al cole, en plena expansión del coronavirus por toda España, se encuentra en estos momentos tan fragmentado y las posturas en el seno de la comunidad educativa están tan enfrentadas que el asunto va camino de convertirse, las próximas semanas, en todo un problema de Estado. No existe un criterio único, entre otras cosas porque la situación es inédita, y todas las autonomías andan haciendo equilibrios para tratar de dar respuesta a la tensión entre los riesgos sanitarios que implica volver a reunir a un montón de niños en un aula (por muy estancos o 'burbujas' que sean los grupos) y el coste educativo, social y económico de mantener los centros cerrados. De momento, en lo único en que hay consenso es en endurecer las normas para la vuelta al cole.

El gran reto, seis meses después de haber cerrado las aulas el pasado 14 de marzo y con la incertidumbre de no saber qué condiciones epidemiológicas habrá este septiembre, es encontrar un modelo para una realidad que afecta a 8,2 millones de estudiantes no universitarios y a más de 28.534 escuelas e institutos en toda España. Cada centro educativo es, insisten las autoridades educativas, una realidad distinta.

Algunas comunidades, como Cataluña y Galicia, han puesto sobre la mesa la posibilidad de que el curso arranque con los alumnos llevando mascarillas dentro del aula. Otras, como Murcia, ya han anunciado que solo los estudiantes de educación infantil y los de educación especial asistirán a clase el 100% del tiempo, mientras el resto combinarán la enseñanza presencial con la 'on line'. En Madrid, por contra, profesores y familias de alumnos andan revolucionados y amenazando con no empezar el curso el próximo septiembre si el gobierno autonómico no clarifica cómo se hará.

La base de partida es que el retorno a la actividad educativa no propicie el contagio comunitario, por lo que prácticamente todas las autonomías han optado por el modelo de 'grupos-burbuja' propuesto en junio pasado por el Ministerio de Educación.

Cataluña: Uso de la mascarilla a partir de 10 años

Las discrepancias por el número alumnos que deben de formar los denominados 'grupos burbuja' -las controvertidas ratios- y las incógnitas sobre el uso de mascarilla a partir de cierta edad están marcando los preparativos de la vuelta a las aulas en Cataluña, donde la Conselleria d'Educació ya anunció la semana pasada que todos los alumnos de una misma clase serán sometidos a pruebas PCR en cuanto se confirme la existencia de un caso positivo de contagio por coronavirus en ese grupo.

En principio, solo los estudiantes y profesores que hayan tenido un contacto estrecho con esta clase deberán confinarse en sus casas y dejar de ir al colegio durante dos semanas. El resto de grupos de clase podrán seguir con sus actividades lectivas habituales. "El centro educativo se cerraría, por ejemplo, cuando se detecten de forma simultánea más de dos casos positivos en grupos de referencia distintos", detalló el 'conseller' de este área, Josep Bargalló. Cada escuela o instituto tendrá unos profesionales sanitarios y un centro de atención primaria (CAP) de referencia cuando se retomen las clases en septiembre, y la Generalitat dará una "formación específica" a los directores de los centros para gestionar los posibles casos de coronavirus entre profesores y alumnos.

Bargalló ha asegurado este jueves nuevamente que el inicio del curso escolar "está garantizado" con todas las escuelas abiertas al 100% de acuerdo "con las condiciones sanitarias que en ese momento se marquen". La Generalitat, que insiste en que la cifra de alumnos por clase es decisión de cada colegio y recuerda que el año pasado caso el 70% de los grupos no llegaban a los 20 alumnos, juega ahora mismo con diversos escenarios. La presencialidad en las aulas es clave, ha dicho el 'conseller', tras advertir de que hacer clases a distancia supone "muchos problemas, sobre todo porque no garantizan la equidad, pero también hay un tema de socialización, de conciliación familiar y de educación efectiva".

Las consellerias de Educación y la de Salud mantuvieron ya el martes pasado una reunión para analizar todos los aspectos que deben abordar a falta de un mes para el inicio del curso escolar y han creado un grupo de trabajo que se reunirá dos veces a la semana y que prevé explicar algunas novedades a mediados de la semana que viene. Sobre las amenazas de huelga del profesorado, Bargalló ha asegurado que lo que le preocupa "es que la vida escolar sea lo más normal posible en un contexto que es anormal", y ha explicado que las escuelas tendrán termómetros para tomar la temperatura, mascarillas así como equipos de prevención y de limpieza y desinfección.

Madrid: Inicio de curso con alumnos en casa

La estrategia de inicio de curso en la Comunidad de Madrid se presentará el próximo martes, pese a que "no es más que esas instrucciones del día 9 de julio con cuatro escenarios, adaptadas a la situación real", ha adelantado este jueves el consejero del ramo Enrique Ossorio. "Es evidente que la situación de este verano no ha sido positiva", ha añadido Osorio, que ha criticado la huelga convocada en esa comunidad por sindicatos debido a la "inacción" del gobierno de Isabel Díaz Ayuso. Los planes iniciales podrían verse severamente modificados, según cómo evolucione la situación hasta el punto de que este jueves el consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero, se ha mostrado contrario a iniciar el curso escolar con una modalidad 100% presencial.

"En un escenario de crecimiento de casos y con el número de contagiados que tenemos, yo no me plantearía un inicio al 100%", ha advertido Escudero en una entrevista con la Cadena SER. El responsable de la sanidad madrileña pide valorar no únicamente "la situación particular de cada colegio" o de cada burbuja, puesto que el virus "no entiende de fronteras, regiones ni colegios". Educación aclara que son cuatro los escenarios previstos.

El titular regional de Educación asegura que desde el pasado 9 de julio centros y sindicatos tienen las instrucciones de cómo va a ser el inicio de curso con las medidas que trasladó el Gobierno. "Lo que es sorprendente es que yo veo otras comunidades autónomas y solo les parece mal lo que hace la Comunidad de Madrid", ha incidido.

En esta línea, ha detallado que "evidentemente" se trata de una huelga por "razones políticas" y ha censurado que el Ministerio de Educación vaya a reunirse con los presidentes autonómicos el 27 de agosto, "cuando el inicio de curso es el 4 de septiembre". Sobre la contratación de profesorado, ha señalado que "hay bolsas de docentes preparadas" y que han trabajado también en la modificación de contratos de personal de limpieza en los centros educativos. "No hemos parado en preparar todo esto y también los docentes, porque les dijimos que por favor cada uno en su centro pensara cómo se puede hacer. Sabemos que es muy difícil", ha reconocido.

Comunidad Valenciana: Un máximo de 20 alumnos por grupo

Es uno de los debates que más ruido genera en la Comunidad Valenciana, por las fechas, la cantidad de personas implicadas y la complejidad que supone. La vuelta al cole de este curso será de las más complicadas de los últimos años y las dudas no dejan de llenar las mochilas. De todas ellas, la pregunta básica es: ¿debe mi hijo o hija llevar mascarilla? Depende, es la respuesta correcta, aunque si tiene más de 6 años, sí que deberá tener una encima para las situaciones en las que se requiera.

El protocolo aprobado por la Conselleria de Sanidad y la Conselleria de Educación, y acordado previamente con la comunidad educativa valenciana, marca en qué momentos la mascarilla es obligatoria o solo una recomendación. Tal y como establece el documento, dentro del grupo de convivencia estable la mascarilla no es obligatoria ni en Eeducación infantil (de 3 a 6 años), ni en primaria (hasta los 12 años). Estos conocidos como grupos de convivencia estable son clases formadas por, como máximo, 20 alumnos por aula, siempre los mismos y siempre acompañados por el tutor quien no tendrá obligación de llevar tapabocas cuando trate con su grupo.

La diferencia, no obstante, radica en que a partir del paso a primaria, es decir, los 6 años, será obligatorio el uso de la mascarilla para cualquier interacción fuera del grupo burbuja. Por ejemplo, el transporte escolar. En estos espacios se recomienda el uso de la mascarilla, higiénica o quirúrgica, a partir de los 3 años, pero no es obligatorio hasta los 6 "durante el trayecto hasta llegar al centro educativo o parada". De hecho, desde la Generalitat aseguran que no es recomendable su uso en menores de 3 años y es "contraindicado" en los menores de 2 por "riesgo de asfixia", además de las excepciones por prescripción médica.

Asimismo, desde la Administración autonómica "se recomienda que el servicio de transporte, con la coordinación del centro educativo, disponga de mascarillas para proporcionar al alumnado en caso necesario" como puede ser el olvido de la prenda, su deterioro o su caída al suelo. Además, el centro deberá contar con mascarillas quirúrgicas para utilizar en el caso de que alguien inicie síntomas, mientras se activa su aislamiento en el llamado "espacio covid".

Otros movimientos fuera del grupo estable de convivencia son los desplazamientos por el centro como ir al baño o salir al patio. Eso sí, desde las consellerias encargadas de elaborar el protocolo reclaman reducir "al mínimo los desplazamientos de grupos escolares por el centro", que estos se hagan "de forma ordenada y manteniendo distancia de seguridad" y recomiendan "señalar líneas de separación en el centro de los pasillos".

Más allá de primaria, los alumnos de la ESO deberán usar de manera obligatoria la mascarilla cuando no se pueda mantener una distancia interpersonal de al menos 1,5 metros. Para estos cursos, se ha planteado a partir de 2º de la ESO, que en caso de que los pupitres no puedan guardar la distancia de seguridad, haya horarios partidos con asistencia de la mitad del grupo en días alternos que cambian cada semana.

Galicia: Quejas de las familias por "improvisación"

Quedan 20 días para el retorno a las aulas de los alumnos de infantil y primaria en Galicia, seis más para los estudiantes de ESO y bachillerato, y pocas certezas hay ahora mismo sobre cómo se articulará la vuelta a clase. Los padres todavía no saben qué horarios tendrán para llevar a sus niños al colegio, si habrá actividades extraescolares o comedor. Los equipos directivos se ven "desbordados", tienen que reorganizar aulas, habilitar nuevos espacios para dar clase, comprar material higiénico-sanitario, diseñar itinerarios de entrada y salida de los alumnos para evitar aglomeraciones y cambiar horarios para que el recreo se pueda hacer por turnos. Se quejan de la "falta de apoyo" de la Xunta y de la "improvisación", denuncian que las medidas de protección frente al virus son "insuficientes" y difíciles de llevar a la práctica, piden más profesorado y se declaran "asustados" ante la posibilidad de contagios.

En Galicia hay un protocolo diseñado por la Xunta para el retorno a las clases, pero los directores lo ven "muy ambiguo". "Cada colegio es un mundo,. Debería haber varios borradores de protocolos, según el tipo de centro, y bajar más al detalle. Al final toda la responsabilidad es nuestra y eso pesa", se queja la responsable de un colegio.

La Xunta deja en manos de cada centro la elaboración de un protocolo específico para hacer frente al covid-19. "Nosotros no tenemos formación. Por eso pedimos a Educación técnicos en prevención de riesgos sanitarios, pero no nos hicieron caso", lamenta el presidente de la Federación Galega de Asociacións de Directivos de Colexios de Ensino Público, Francisco Lires, que además aclara que la Xunta no revisará estos planes frente al coronavirus para saber si están bien elaborados. Según explica, los colegios irán informando a las familias a medida que se vayan aprobando los protocolos de cada centro. Algunos ya los tienen hechos y otros aún lidian con muchos obstáculos para adaptarse a la normas anti-covid.

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