La próxima conferencia de presidentes, que se celebrará el viernes en La Rioja, por primera vez de forma presencial desde el estallido de la pandemia, se expone a acabar deslucida. A la cita no acudirán, en principio, tres de los mandatarios autonómicos más importantes: Joaquim Torra, Isabel Díaz Ayuso e Iñigo Urkullu. Al Gobierno le preocupa que el encuentro quede marcado por las ausencias, así que ayer se esforzó en advertir a todos ellos que no hay "ningún motivo" para no acudir. "La reunión es obligatoria, exigible y necesaria", dijo, tras el Consejo de Ministros, la portavoz, María Jesús Montero.

Torra y Díaz Ayuso van aquí de la mano. Sus motivos para no asistir no tienen que ver con sus críticas al Gobierno. Tampoco con compromisos ineludibles previamente adquiridos. Pero ambos consideran que la situación epidemiológica de España no aconseja el desplazamiento. El caso de Urkullu es distinto. Su intención de no acudir a la cita obedece a que aún no se haya convocado la Comisión Mixta del Concierto vasco, que lleva tiempo reclamando.

Desmontar argumentos

Montero intentó desmontar los argumentos de los mandatarios autonómicos críticos con la cita. Al lendakari le dijo que nada tiene que ver la conferencia de presidentes con las relaciones tributarias y financieras entre el Gobierno y Euskadi. Al presidente catalán y a la presidenta de Madrid, la portavoz del Ejecutivo les advirtió que la cita es "obligada".

Ni los catalanes ni los madrileños, aseguró la portavoz del Gobierno, "entenderían" que no acudiesen. Y descartó la posibilidad de que Torra y Ayuso se conecten por videoconferencia mientras Pedro Sánchez y los otros líderes territoriales comparten la misma sala: "Sería una falta de respeto para el resto de los presidentes".