Un reparto justo del fondo de recuperación europeo y mayor coordinación ante los brotes de coronavirus serán algunas de las demandas que plantearán los responsables de los Gobiernos autonómicos al jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, en la próxima Conferencia de Presidentes.

El Gobierno ha anunciado este viernes la fecha y el lugar -el próximo 31 de julio en San Millán de la Cogolla- de la primera reunión presencial de Sánchez con los presidentes autonómicos desde que estalló la pandemia del coronavirus y después de haberse celebrado en este tiempo catorce reuniones telemáticas.

Sánchez ha respondido a la invitación de la presidenta riojana, Concha Andreu, y finalmente será en San Millán de la Cogolla donde se celebre este encuentro que seguirá muy centrado en los efectos económicos y sociales de la pandemia y en los recursos que se van a necesitar para paliarlos.

Pero también la reunión se produce en un momento complicado en materia de salud pública, porque se han multiplicado los brotes de contagios repartidos por toda la geografía española.

La Conferencia de Presidentes se celebrará diez días después de que en Bruselas se lograse el acuerdo para el fondo de recuperación europeo, de 750.000 millones de euros. Para poder financiar este fondo, Europa emitirá deuda conjunta por primera vez.

A España le corresponderán 140.000 millones, de los que algo más de la mitad serán ayudas a fondo perdido y el resto en créditos.

La ministra de Hacienda, María Jesús Montero, explicó que el presidente desea mantener la línea de diálogo abierta con los gobernantes autonómicos desde que se inició la crisis del coronavirus y quiere también explicar en este encuentro lo que supone el fondo europeo.

El Gobierno, añadió, entiende que todos los presidentes deben involucrarse en las medidas para la recuperación. "Es imprescindible contar con ellos", dijo Montero.

Y del fondo europeo quieren hablar también los presidentes autonómicos, que esperan de Sánchez un mayor detalle sobre cómo se va a repartir.

Así, un reparto "justo" piden presidentes como el de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, o el murciano Fernando López Miras. Revilla espera que no sea como la distribución de fondo Covid-19, que consideró "absolutamente injusta" para su comunidad.

Habrá otras demandas económicas, como la que hará Navarra para que se "clarifiquen" sus posibilidades financieras tras quedar fuera del fondo Covid debido a su régimen fiscal propio.

Y el presidente castellanomanchego, Emiliano García-Page, ha dicho este viernes que propondrá en la reunión una revisión de la financiación autonómica "habida cuenta del éxito" logrado con el fondo europeo.

Ni el presidente de la Generalitat, Quim Torra, ni el lehendakari, Iñigo Urkullu, han decidido si asistirán a la cita en La Rioja.

Fuentes de la Presidencia del Gobierno Vasco han explicado a Efe que Urkullu no tiene ninguna pega para asistir a esta cita, pero lo hará en función de su agenda y del orden del día de la reunión.

Y Torra decidirá si acude o no en función de cómo evolucione en los próximos días la COVID-19 en Cataluña.

Esta comunidad está siendo una de las más afectadas por los brotes de coronavirus, aunque los hay por toda la geografía.

Por eso es previsible que buena parte de la reunión de San Millán de la Cogolla se dedique a estudiar la situación sanitaria del país ante la multiplicación de rebrotes.

El presidente de la Xunta en funciones, Alberto Núñez Feijóo, planteará por la necesidad de establecer una coordinación a nivel nacional y de contar con una legislación adecuada para que las autonomías puedan actuar cuando surja un brote en su territorio.

En este sentido, Feijóo ya ha reclamado en varias ocasiones al Gobierno central un plan de brotes nacional y que se reforme la Ley Orgánica de Salud Pública de manera que, sin tener que declarar el estado de alarma.

La Xunta pone como ejemplo de descoordinación el asunto de las mascarillas. La mayor parte de las comunidades obligan a utilizarlas, pero Madrid, una de las más golpeadas por la pandemia, ha decidido no hacerlo.

En este capítulo, Emiliano García-Page, reclamará, por su parte, que se cree una reserva estratégica de medicamentos y de vacunas contra la COVID-19, cuando ésta se desarrolle, para evitar problemas de falta de suministro como ocurrió en su momento con las mascarillas. El Gobierno en cualquier caso ya se ha comprometido a preparar dichas reservas.