El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz ha acordado este miércoles el ingreso en prisión incondicional y el procesamiento de Miren Itxaso Zaldua, la expresa de ETA detenida en Hernani por su presunta participación en el asesinato del presidente del PP de Aragón Manuel Giménez Abad, en mayo de año 2001.

El magistrado procesa a la detenida, Sahatsa, por la comisión de un delito de asesinato de carácter terrorista en un auto que ha notificado este miércoles a la par que el de ingreso en prisión provisional.

En sus autos, Pedraz explica que de las diligencias practicadas se deduce de forma indiciaria la participación de Zaldua Iriberri en el asesinato terrorista investigado, al menos como colaboradora.

Así lo corrobora, dice el juez, el reconocimiento fotográfico y la declaración testifical en sede policial realizada por un testigo protegido y ratificada ante el juez.

Ese reconocimiento e identificación permite confirmar en este momento la comisión delictiva por parte de Zaldua Iriberri, que se ve reforzada por las conclusiones de los correspondientes del Servicio de Información de la Guardia Civil y de Inteligencia de la Comisaría General de Información, el último del pasado 25 de junio.

Estos informes, destaca el auto, trazan un perfil de la estructura, componentes y atentados presuntamente cometidos por el entramado BASAJAUN de ETA "que pudieran corresponderse con el autor material del asesinato del señor Giménez Abad (Mikel Kabikoitz Carrera Sarobe) y su colaboradora (Miren Itxaso Zaldua) cuya integración en la organización criminal era desconocida para las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en el momento de la comisión de la acción terrorista".

De ahí, continúa Pedraz, que su fotografía no habría formado parte de los fotogramas que se mostraron a los testigos del atentado en un primer momento, siendo motivo destacado y valorable que esa fotografía reconocida por el testigo protegido nunca había sido difundida por los medios de comunicación escritos o digitales y nunca había sido vista con anterioridad por el testigo, "lo que refuerza el valor del reconocimiento".

De acuerdo con el relato de hechos del auto de procesamiento, entre las 18 y las 18.30 horas del 6 de mayo de 2001, Giménez Abad se dirigía con su hijo al estadio de La Romareda de Zaragoza cuando Ata le abordó por la espalda y le disparó tres veces en la cabeza.

A continuación, el autor de los disparos huyó corriendo del lugar de los hechos, cruzándose por el camino con varios testigos a los que apuntaba con la pistola, mientras el hijo de Giménez Abad le increpaba al grito de: "cabrón me has jodido la vida; ETA asesina".

Durante su huida, continúa el auto, en un determinado momento Ata se cruzó con una mujer "bajita, de mofletes rollizos, ojos negros" que vestía de color oscuro y con gorro tipo bombín y abrigo largo a pesar del mes de mayo.

La mujer daba seguridad a cierta distancia al autor de los disparos (realizados con el mismo arma que sirvió para asesinar a Joseba Pagazaurtundua), y a la que entregó un objeto que no se puede precisar, tras lo que ella y Ata huyeron en direcciones opuestas.

"De las actuaciones practicadas y reconocimientos habidos durante esta instrucción se puede concluir que la mujer que se cruzó con el autor de los disparos es Miren Itxaso Zaldua Iriberri", destaca el juez.

Carrera Sarobe y Zaldua Iriberri, en la fecha de comisión del atentado, se integraban en el comando BASAJAUN, pertenencia que el juez deduce de la documentación intervenida en el registro efectuado en 2002 en el domicilio de Tarbes (Francia) donde residía Juan Fernández Iradi , Susper, y de la que se infiere que dicho comando se hallaba operativo en octubre de 2000 hasta, al menos el verano de 2002.

Además, existen metadatos en un fichero informático, de febrero de 2001, justificativos de una cita entre ATA y la dirección de ETA para recibir instrucciones "a cometer acciones u objetivos concretos, Zaragoza, Fraga?" entre los que se incluiría el atentado objeto de este sumario.

La comunicación y periodicidad de los contactos directos e indirectos entre los responsables del comando BAJASAUN (un hombre y una mujer) y la dirección de ETA en los meses previos a mayo de 2001 no pudo conocerse hasta la operación policía de Tarbes en diciembre de 2002, lo que justifica el desconocimiento de la vinculación de ATA y Sahatsa a ETA en la fecha del atentado contra Giménez Abad.

Eso impidió que en los días posteriores al asesinato se pudiera haber confirmado su reconocimiento por los testigos, concluye el juez.