El volumen de gente que podrá ir a la playa a partir de ahora y durante por lo menos dos semanas se verá sensiblemente reducido en Barcelona. De un máximo permitido desde junio y hasta ahora de 38.000 personas se baja a 32.000. Un 15% de rebaja al que han obligado las nuevas restricciones dictadas por el Govern en la capital catalana y 12 localidades de su entorno. El gobierno de Ada Colau llama a la ciudadanía a evitar la playa de viernes a domingo y de 16.00 a 20.00, las franjas horarias con mayor asistencia.

Lo ha explicado este martes el concejal de Emergencia Climática, Eloi Badia, que ha afirmado que se ha tomado la decisión de forma coordinada con estos municipios, si bien cada uno emprende las actuaciones concretas necesarias en función de sus circunstancias. Barcelona opta por limitar el aforo y no cerrar las playas para evitar que la gente acabe yendo a las de localidades vecinas. "Hemos llegado a la conclusión de que hay que reducir parte del aforo que permitíamos. Tenemos un sistema que permite endurecer o relajar el control, y creemos que es apropiado, de cara a evitar contagios, recudir ese 15%, unas 8.000 personas menos al día".

"Hasta ahora no hemos llegado al aforo de 38.000 (el máximo desde que se reguló el retorno a la playa, en junio) porque nunca hemos tenido que cerrar todas las playas, aunque sí hasta cinco a la vez", ha recordado el concejal sobre las últimas semanas. Badia ha dejado entrever que si las cosas van a peor podría optarse por la medida del cierre de las playas, pero ha insistido en que ahora no se contempla.

10.000 consultas en la web

Badia ha llamado a la población a pasar menos horas en la playa y a evitar las franjas con más asistencia: los viernes y los fines de semana, de cuatro a ocho de la tarde. Ha emplazado a consultar antes de ir a la playa la web del consistorio que indica la ocupación de cada una de ellas. Ha afirmado que la web registra 10.000 consultas diarias.

En coherencia con el anuncio, ha subrayado el edil, se reforzará el control de las playas y se reforzará el equipo de la Guardia Urbana que las controla. Ha vaticinado que en agosto podrían darse los cierres temporales de playas que ahora se dan durante los fines de semana.

El Ayuntamiento de Barcelona estableció a principios de junio un sistema de control de aforo con el objetivo de minimizar el riesgo de contagio del coronavirus en las playas de la ciudad. Acuñó un sistema de medición que permite conocer vía una web cómo está de llena cada una de ellas y marcó niveles de asistencia máximos a partir de los cuales se ha optado por cerrar las playas, algo que ha pasado cada fin de semana, e incluso desalojarlas. Las nuevas restricciones han obligado a determinar qué se puede hacer y qué no, después de que los ayuntamientos afectados criticaran la falta de concreción del anuncio del Govern de Quim Torra.

Los datos de la web permiten informarse antes de salir de casa. En la web, barcelona.cat/platges, debajo de las banderas que indican el estado de las playas y si son accesibles al baño, aparecen tres figuras en forma de tronco humano con colores distintos en función del aforo de cada playa.

El ayuntamiento partía hasta ahora de que como máximo pueden concentrarse en las playas entre 25.000 y 38.000 bañistas, cifra que baja a 32.000 como máximo.

De verde a rojo

Las figuras de la web pueden tener cuatro colores distintos en función del porcentaje de gente que haya y en relación con el aforo máximo señalado. Un indicador verde informa de que la ocupación es baja, está por debajo del 40%. El amarillo indica que la ocupación es normal, entre un 40% y un 60%. Un indicador naranja se corresponde con una ocupación alta, de entre un 60% y un 80%, y el rojo se enciende cuando la ocupación es muy alta, de más del 80% del aforo máximo previsto. Entre 13 y 22 informadores, según el día, recorren las playas para recordar las precauciones obligatorias cuando sea necesario.