El líder del PP, Pablo Casado, ha confiado este lunes en que haya "un buen acuerdo" para España en la cumbre de la UE, pero ha reprochado al jefe del Gobierno, Pedro Sánchez, haber ido Bruselas "sin los deberes hechos" y "sin dejarse ayudar" por los populares.

Casado ha lanzado este mensaje en los cursos de verano de El Escorial (Madrid), donde ha presentado una conferencia del vicepresidente del Banco Central Europeo (BCE) y exministro de Economía, Luis de Guindos.

A la espera de lo que suceda esta tarde en la reanudación de la cumbre europea, el líder del PP ha expresado su deseo de que haya un acuerdo positivo para España sobre el plan de recuperación económica tras la pandemia de coronavirus.

No obstante, ha lamentado que España "haya llegado sin los deberes hechos a la negociación" después de dos años de "malas políticas" y de incumplimiento de los objetivos de déficit.

"En la UE, la credibilidad, la solvencia y la confianza pesan mucho, y ha habido un incremento del déficit y del despilfarro con los decretos electorales y una tardanza en seguir aplicando reformas o de pretender derogar algunas", ha criticado Casado.

También ha pedido a Sánchez que "se deje ayudar en las próximas ocasiones", tras recordarle que el PP es un partido "influyente" y con conexiones con muchos gobiernos europeos.

"Ni si quiera se nos ha informado de los progresos", ha reconvenido Casado a Sánchez.

A la postura de España tampoco le ha favorecido, según el líder del PP, las declaraciones del vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, criticando a los llamados países "frugales" y de señalar a Irlanda como un paraíso fiscal.

Con vistas al futuro, Casado ha apuntado algunas de las recetas para salir de la recesión, que pasan, en su opinión, por "las reformas, la solvencia y la estabilidad".

En materia fiscal, ha abogado por la bajada de impuestos, como están haciendo los principales socios europeos, "en vez de amenazar con una subida que puede ser disuasoria para crear empleo".

Casado ha defendido la continuidad de la reforma laboral de 2012, además de bajar las cotizaciones para abaratar la contratación, establecer una tarifa plana para los autónomos y aprobar una nueva ley de emprendedores.

Otra de las propuestas sería el alivio de las cargas burocráticas y el adelgazamiento de la administración.

También se ha mostrado partidario de habilitar ayudas específicas al turismo y a la hostelería e impulsar un plan de reindustrialización para ganar competitividad.

Como último eje, Casado ha expresado la necesidad de potenciar la formación y la enseñanza de materias como las matemáticas, la ingeniería y el emprendimiento.