Pablo Iglesias sigue pensando que Ciudadanos no respaldará unos Presupuestos del Estado que lleven la marca de Unidas Podemos. Pero en situaciones excepcionales, como la actual tras la pandemia del covid-19, cuando hasta el FMI llama a los Estados a aumentar el gasto público, tampoco lo descarta de plano. En cualquier caso, ayer el vicepresidente segundo del Gobierno dejó muy claro que él y el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, comparten "la estrategia negociadora" para aprobar los Presupuestos "de la reconstrucción".

"Él está de acuerdo conmigo en que es fundamental trabajar con las organizaciones políticas de izquierda para llegar a un acuerdo y yo estoy de acuerdo con él en que debe emplazar a las fuerzas políticas de las distintas derechas", resumió Iglesias, al ser interrogado en la rueda de prensa tras el Consejo de Ministros por su falta de fe en que Ciudadanos termine avalando las cuentas.

Sigue viéndolo muy difícil, pero no hasta el punto de reafirmarse en que "nadie en su sano juicio" puede creer que el apoyo de Cs sea posible, como dijo el lunes. "Quizás he sido demasiado sincero respecto a las posibilidades que yo veo, pero es posible que me equivoque y que la capacidad persuasiva del Presidente haga que finalmente Cs acuerde una propuesta de Presupuestos como la que vamos a presentar", explicó, no sin antes recordar que la base del proyecto de cuentas será el acuerdo programático sellado con el PSOE para gobernar en coalición.

"Derecha moderada"

Iglesias reconoció el papel de "derecha moderada" que Cs ha ejercido en los últimos meses al apoyar las sucesivas prórrogas del estado de alarma, y consideró, a tenor de él, "perfectamente lógico" que el Gobierno, en una situación excepcional como ésta, busque un acuerdo lo más amplio posible para reconstruir el país; máxime cuando hay un consenso internacional en que la respuesta inicial a esta crisis, a diferencia de lo ocurrido en 2012, pasa por aumentar el gasto público.

Insistió, entonces, en que en este contexto, donde las políticas fiscales expansivas son necesarias para afrontar una situación tan delicada, el Gobierno "debe aspirar a acuerdos amplios". "¿Conseguiremos esos acuerdos? Mi opinión ya la conocen, pero ojalá", concluyó, sin cambiar del todo su parecer del lunes ni dar, tampoco, por imposible un entendimiento con Ciudadanos.

El vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias, defendió ayer que "cualquiera que tenga presencia pública o que tenga responsabilidades en una empresa de comunicación o en política" pueda estar sometido "tanto a la crítica como al insulto en las redes sociales", si bien rechazó el señalamiento al periodista Vicente Vallés, por el modo en el que ha informado del "caso Dina", que investiga el robo del móvil a la exasesora de Iglesias, Dina Bousselham, y en la cual el líder de Podemos ha perdido recientemente la condición de perjudicado.

"He leído cosas en las redes que no comparto y que no me han gustado", dijo Iglesias, sin hacer mención de las críticas a Vallés proferidas por su propia formación. En todo caso, agregó, "cuando las cosas se salen de madre", el derecho ofrece instrumentos a todo el mundo para emplearlos en casos de este tipo.