La undécima jornada de concentraciones y caceroladas contra el Gobierno en diferentes puntos de Madrid perdió intensidad y afluencia este miércoles respecto a días anteriores, aunque se registró un enfrentamiento entre varios vecinos en el barrio de Moratalaz.
La calle de Núñez de Balboa, el Paseo de la Habana y la calle de Ferraz volvieron a ser escenario de protestas, en esta ocasión secundadas por decenas de personas, frente a los centenares de los últimos días, mientras que un amplio dispositivo policial se desplegó en Alcorcón para evitar enfrentamientos entre manifestantes en favor y en contra de las movilizaciones.
El momento de tensión de ayer se vivió en la concentración de Moratalaz, cuando se enfrentaron varias personas, uno de los asistentes a las caceroladas y otro contrario a estas protestas.
La rápida intervención de los vecinos y de los policías evitó que el incidente, entre tensión e insultos, fuera a más, según relatan testigos presenciales a Efe, que detallaron que uno de los asistentes, que portaba una bandera de España, propinó un puñetazo a un joven, que terminó con la nariz ensangrentada.
El aplauso sanitario, cada vez más tibio, a las 20 horas dejó paso a las caceroladas desde balcones y ventanas, y a las protestas, que tienen lugar en torno a las 21.00 horas, rodeadas de un amplio operativo policial, coordinado por la Delegación del Gobierno en Madrid con el objetivo de que se guarde la distancia de dos metros y que no se corte el tráfico de las calles.
Todas las concentraciones en los diferentes puntos siguen marcadas por los gritos de "libertad" y "Gobierno dimisión", y por las banderas de España que portan los asistentes y los vecinos que las siguen desde sus balcones y ventanas haciendo sonar todo tipo de menaje y utensilios.
Estas protestas también se han visto en distritos como Chamberí, Aravaca, Méndez Álvaro, Las Tablas, Mirasierra o Pinar de Chamartín, con menor participación, así como en otras localidades de la comunidad.
Mientras, el líder de Vox, Santiago Abascal, aireó la convocatoria de su partido para celebrar este sábado manifestaciones en coche contra del Gobierno durante su intervención desde la tribuna del Congreso para fijar posición respecto a la quinta prórroga del estado de alarma.
Abascal afirmó que ni el jefe del Gobierno, Pedro Sánchez, ni el vicepresidente segundo, Pablo Iglesias, tienen "ni remedio ni escrúpulos ni disculpa" y por ello ha hecho un "llamamiento" a todos los españoles "voten lo que voten" y "vivan donde vivan" para unirse a las manifestaciones convocadas por su partido para el día 23.
El propósito, poner punto final a su discurso, es "exigir la dimisión de un Gobierno que con su gestión criminal ha llevado la ruina a millones de españoles y a la muerte a miles".
