Unos 200 marroquíes consiguieron retornar en la jornada de ayer a su país por la frontera de Beni-Enzar tras dos meses atrapados en Melilla, después de que las autoridades de Marruecos ordenaran el cierre de las fronteras el 13 de marzo como consecuencia de la crisis sanitaria del coronavirus. Los doscientos marroquíes que pudieron pasar la frontera estaban incluidos en un listado facilitado por el Gobierno del país vecino con los ciudadanos que debían ser repatriados. Son menos de la mitad de los marroquíes que están bloqueados en Melilla, donde hay en torno a medio millar de personas que han tenido que ser acogido al carecer de domicilio en la ciudad. La repatriación de los ciudadanos de origen marroquí se llevó a cabo con un importante despliegue de agentes del Cuerpo Nacional de Policía, de la Guardia Civil y así como agentes de Movilidad.