Alfonso Alonso dimitió ayer como presidente del PP del País Vasco tras ser apartado por la dirección nacional de la candidatura a lendakari en las elecciones autonómicas del próximo 5 de abril. El que fuera ministro Sanidad con Mariano Rajoy anunció además que abandona la política. Mientras, Carlos Iturgaiz, designado por Pablo Casado como sustituto de Alonso al frente de las listas de los populares, pedía "aunar fuerzas con Vox".

La ruptura de Alonso con la Ejecutiva de Casado por la imposición a los populares vascos de un acuerdo de coalición con Ciudadanos -que garantiza a la formación naranja puestos de salida pese a carecer de representación institucional en el País Vasco y obligaría a postergar a militantes del PP- se consumó ayer con la renuncia del exministro a su cargo orgánico y el anuncio de que dejará la política. Alonso comunicó su decisión a la junta directiva del partido y pidió a la ejecutiva nacional del PP que respete "la mayoría de edad" de los populares de Euskadi. Visiblemente emocionado y con la voz entrecortada por momentos, Alfonso Alonso reivindicó la singularidad del PP vasco y reconoció "una colisión" con Génova por la forma de entender la política, el propio partido y también España y su diversidad.

Mientras la estrella política de Alonso empieza a declinar, se levanta de nuevo la de Carlos Iturgaiz, después de que a mediados del año pasado dejase también la política en protesta por quedar relegado a un puesto sin opción de salida en la candidatura del PP al Parlamento Europeo.

Iturgaiz fue dirigente vasco de la línea dura, creció a la sombra de Jaime Mayor Oreja, a quien sucedió cuando éste asumió en el Gobierno de José María Aznar el Ministerio del Interior. En una línea opuesta a la de Alonso, Iturgaiz defendía ayer "aunar fuerzas" con Vox y alabó a su líder, Santiago Abascal, antiguo militante popular, con quien asegura tener "una fantástica relación".

"Santiago es un hombre estupendo, una magnífica persona", afirmaba en una entrevista radiofónica, mientras cerraba la puerta a nuevos acuerdos del PP con el PNV, como los alcanzados en la legislatura vasca que acaba de concluir. En su inesperado retorno a la política activa, Iturgaiz se plantea confrontar con el "fasciocomunista" que gobierna en España y servir de "dique de contención del nacionalismo".