El viaje de Pedro Sánchez a Barcelona para reunirse con Quim Torra fue ayer la diana de todas las críticas de la derecha española. PP, Vox y Cs cargaron contra el presidente del Gobierno por citarse con el "inhabilitado" dirigente de JxCat. El líder popular, Pablo Casado, encabezó ayer las críticas reprochando a Sánchez el haberse plegado a las exigencias de Torra para celebrar el encuentro: "Lo que hoy estamos viendo es un presidente del Gobierno que va a rendir pleitesía a una persona inhabilitada mientras es recibido como un visitante extranjero".

En una reunión del grupo parlamentario conservador en el Congreso para planificar el comienzo de la legislatura, Casado advirtió que el gesto de Sánchez con el "president" es "una estación más en la escapada que el PSOE ha emprendido desde el bloque del constitucionalismo hacia el independentismo".

"Este Gobierno ya no engaña a nadie y funciona con la respiración asistida de una bomba de oxígeno que es independentista", lamentó el líder popular antes de tachar a Sánchez, una vez más, de "rehén" de ERC y JxCat. Además, recordó que ante el intento del PSOE de desjudicializar la política a ellos no les queda más remedio que acudir a la Justicia. En esa línea de actuación coloca Casado la querella que el PP presentó contra Torra por "usurpación de funciones" y avisó al secretario general socialista de que tomarán acciones contra él si cede lo que la "Constitución y el ordenamiento jurídico le impiden negociar en esa mesa de partidos o en cualquier reunión en la que traten cualquier tipo de prebenda para seguir en el poder".

Santiago Abascal no quiso quedarse atrás y, antes incluso de que se materializase el encuentro entre Sánchez y Torra, ya apuntó que la reunión tendría lugar entre "un presidente ilegítimo y un presidente ilegal". El título de "ilegítimo" se lo concedió a Sánchez, del que dice que "mintió" durante la campaña electoral, y el de "ilegal" a Torra por mantenerse al frente de la Generalitat después de que la Junta Electoral Central le haya retirado su acta de diputado del Parlament.

A la ristra de reproches se sumó la portavoz parlamentaria de Ciudadanos y, previsiblemente, futura líder del partido, Inés Arrimadas, quien reclamó a Sánchez que si acude a Cataluña también debería hablar con la líder naranja autonómica, Lorena Roldán. "Ten la decencia de sentarte con los líderes de la oposición que representamos mayoritariamente a los no independentistas", dijo.