La Fiscalía Anticorrupción considera que Rafael Ribó, el Síndic de Greuges (defensor del pueblo) de Cataluña, pudo cometer un delito de cohecho impropio al aceptar la invitación de un empresario para acudir a la final de la Champions League entre el Barcelona y la Juventus de Turín, el 6 de junio del 2015 en Berlín. Así lo ha remitido al juez de la Audiencia Nacional José de la Mata para su investigación.

Aquel viaje de Ribó en avión privado costó 39.900 euros, según las facturas descubiertas por la Guardia Civil, y lo pagaron empresas de Jordi Soler, investigado en la trama del 3 por ciento.

El empresario reconoció haber entregado dinero a fundaciones próximas a Convergència a cambio de contratos de obras públicas.

"Iniciativa"

El fiscal considera que el Síndic "no solo aceptó" la invitación del empresario, sino que tomó "la iniciativa" y pidió que se invitara a su hija. También considera que Ribó pudo incurrir en un delito de "cohecho pasivo impropio", castigado con entre seis meses y un año de cárcel y una suspensión de empleo público de hasta tres años.

En una comparecencia parlamentaria, el defensor del pueblo catalán afirmó que se trataba de un asunto "personal" y que había pecado de "exceso de confianza".

Ahora el juez de la Audiencia Nacional estudiará la petición de Anticorrupción y, si ve indicios de delito, trasladará el caso al Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC), puesto que Ribó tiene la condición de aforado.