Salvador Illa (La Roca del Vallès, 1966), el discreto y disciplinado secretario de Organización del PSC, ocupará la cartera de Sanidad. Persona de la más estrecha confianza de Miquel Iceta, tuvo un papel destacado en las negociaciones de la investidura con ERC. Este político de natural prudente sustituirá a María Luisa Carcedo.

Iceta instaba ayer a Illa a ser "fiel al legado de Ernest Lluch", el último ministro de sanidad catalán. Asesinado por ETA en 2000, Lluch se encargó entre 1982 y 1985 del departamento que ahora asume Illa. El guiño a Lluch, y su apuesta por el diálogo, ya estuvo a punto de materializarse en el gobierno de Pedro Sánchez a través de su hija Rosa, que se barajó como ministrable de los comuns hasta que se impuso Castells.

Illa fue elegido secretario de Organización del PSC en 2016, en el último momento, en un juego de equilibrios en la ejecutiva, encallada precisamente en esa pieza estratégica. Desde entonces se ganó la confianza de Iceta, quien recompensó en el cónclave socialista de hace un mes su disciplina y capacidad de trabajo entre bambalinas reforzándole en su cargo y añadiéndole el de acción electoral.

La capacidad negociadora que exhibió en acuerdos como el de la Diputación de Barcelona con JxCat le llevaron a ser el elegido del PSC para estar en las conversaciones con ERC.

Aunque carece de experiencia en el ámbito sanitario, a la discreción y disciplina exhibidas en la cocina del PSC y en la negociación de investidura, este licenciado en Filosofía de aparente estoicismo puede exhibir la capacidad de gestión como alcalde de la Roca del Vallès, director general de Gestión de Infraestructuras del Departamento de Justicia de la Generalitat y director de Gestión Económica del Ayuntamiento de Barcelona. Illa compatibilizará la secretaría de Organización del PSC con el ministerio.