La Agencia Tributaria ha remitido a la Audiencia Nacional un informe en el que afirma que el expresidente de la Generalitat Jordi Pujol defraudó a Hacienda 885.651,45 euros en el año 2000, un ejercicio fiscal ya prescrito.

Así consta en uno de los informes enviados por Hacienda al Juzgado central de instrucción número 5 de la Audiencia Nacional, que investiga el origen de la fortuna de los Pujol.

Dicho documento, elaborado por la Oficina Nacional de Investigación del Fraude (ONIF) a partir de informes de la UDEF y de información aportada por las autoridades mexicanas, señala que el mandatario catalán era el verdadero propietario de una cuenta en la Banca Reig andorrana que estaba a nombre de su hijo Jordi Pujol Ferrusola.

En la cuenta, abierta en 2000 y cerrada en 2010, se hizo un único movimiento de ingreso en metálico de 307 millones de pesetas, es decir, 1.850.000 euros.

En esa misma entidad bancaria obraba un documento firmado por Jordi Pujol hijo en el que manifestaba que el propietario era su padre y que en caso de fallecimiento de este, pasaría a ser de Marta Ferrusola, esposa del expresidente catalán.

Hacienda reconoce que se trata de un ejercicio fiscal prescrito, pero adjunta una propuesta de regularización que cifra en 885.651,45 euros la cantidad que debió abonar Jordi Pujol Ferrusola a las arcas públicas.

Además del de Pujol padre, la Agencia Tributaria también ha remitido otros informes relativos al primogénito de los Pujol y su exmujer Mercé Gironés, y a otro de los hijos, Josep Pujol.

En el caso de Jordi Pujol Ferrusola, en un detallado informe sobre sus actividades económicas en los últimos años, la Agencia Tributaria concluye que pudo haber defraudado hasta de 10,4 millones de euros entre 2003 y 2012, sin mencionar el año 2011.

Esa cantidad presuntamente defraudada, precisa el informe, se reduciría hasta los 8,3 millones de euros, si los cálculos sobre los incrementos de base imponible del procesado se efectúan en función de su participación y la de su exmujer en varias de las sociedades que utilizó para sus negocios e inversiones.

En cualquier caso, Hacienda considera que ya ha prescrito el fraude fiscal imputable a Jordi Pujol Ferrusola entre los ejercicios 2003 y 2006, que según la Agencia Tributaria podría ascender a 1,8 millones de euros en total.

Sobre Josep Pujol, la inspección considera que en 2010 tuvo una ganancia patrimonial no justificada de 800.000 euros que no incluyó en la Declaración Tributaria Especial que hizo en 2012, lo que generó una deuda tributaria de 344.000 euros (más 48.000 de intereses de demora) que el hijo de Pujol accedió a saldar.

Por este caso, fue sancionado por una infracción tributaria leve con 90.000 euros.

Pero también en el caso de Josep hay un fraude prescrito, correspondiente a 2009, cuando recibió otro ingreso de origen desconocido por importe de 933.000 euros. En este caso, el importe de lo defraudado (y no saldado) es de 401.190 euros.