Los secretarios generales de UGT, Pepe Álvarez, y de CC OO, Unai Sordo, visitaron ayer en la cárcel al líder de ERC, Oriol Junqueras, que cumple 13 años de condena por sedición, y a quien urgieron a facilitar la formación de un Gobierno de izquierdas que avance en políticas sociales, para lo cual es imprescindible que Esquerra se abstenga en la investidura de Pedro Sánchez.

Ambos sindicatos confirmaron a "Efe" que, tal como adelantó "El País", Pepe Álvarez visitó a Junqueras el pasado jueves en la prisión de Lledoners, mientras que Sordo hizo lo propio este lunes.

Fuentes de UGT explicaron que el encuentro ya estaba agendado antes de las elecciones del 10N y recuerdan que Álvarez ha visitado otras veces a Junqueras en prisión.

Fuentes del sindicato señalan que el objetivo era trasladar cuestiones sociolaborales (reforma laboral, pensiones, precariedad del mercado de trabajo o salario mínimo), así como la necesidad de un pacto de las fuerzas progresistas que permita un Gobierno que ponga en marcha políticas sociales.

El objetivo, añaden, no era convencer de la necesidad de pactar con el PSOE y aclaran que no ha habido "mandato ni indicación" desde el Gobierno sobre este encuentro. Lo mismo que recalcaron en CC OO.

Por otro lado, la CUP, con dos diputados en el Congreso, sospecha que ERC está buscando "desmovilizar" al independentismo pactando con el PSOE la creación de una mesa de diálogo sobre el conflicto catalán en la que no se concreta nada y que los anticapitalistas interpretan como un "cheque en blanco" para facilitar la investidura de Sánchez.

Así lo afirmó ayer la diputada de la CUP Mireia Vehí, quien volvió a dejar claro que su formación no colaborará para investir a Sánchez y, además, juzga "impensable" compartir grupo parlamentario con Junts per Catalunya. "La CUP no ha venido al Congreso para hacer una política parlamentaria al uso ni para unificar la voz del independentismo", dijo Vehí.