PSOE y ERC acercan posiciones hacia la investidura de Pedro Sánchez. Los equipos negociadores han acordado "activar la vía política" en Cataluña y buscar "los instrumentos necesarios" para encauzar el "conflicto político", tras una reunión de dos horas y media en el Congreso de los Diputados. Ambos partidos volverán a reunirse el próximo martes día diez. Según fuentes socialistas, el enclave todavía no está decidido: Madrid o Barcelona. "Vamos avanzando", ha resumido el secretario de Organización del PSOE, José Luis Ábalos, a la salida del encuentro.

Todos los que han hablado con Sánchez en los últimos días coinciden en señalar que el líder socialista se muestra "optimista" sobre las posibilidades de la investidura. Todas las piezas empiezan a encajar, desde la coalición con Podemos hasta el apoyo del PNV y los minoritarios no independentistas. Todas, salvo una: la abstención de los 13 diputados republicanos.

Sin embargo, pese a que ERC continúa insistiendo en hablar de "soberanía" y no de "competencias", reclamando una mesa entre gobiernos sin líneas rojas y con compromisos claros, en la que se aborde el derecho de autodeterminación de Cataluña, el entorno del presidente sigue apostando por el acuerdo. Pero no antes de Navidad, como quería el propio Sánchez. Según sus colaboradores, fue el líder socialista quien pidió que su reelección tuviese lugar antes de las fiestas, porque es consciente, continúan las misas fuentes, del hartazgo de la ciudadanía y la "barrera psicológica" que suponen esas fechas.

La actitud de los republicanos le hizo asumir que no sería posible, de ahí que el pasado lunes, durante su comparecencia en la Cumbre del Clima, intentase desdramatizar un posible retraso en ese calendario tentativo. "Nosotros queremos que haya un gobierno cuanto antes. No le quiero poner ninguna fecha. No sé si será el 12 de diciembre, el 20 de diciembre o el 8 de enero. No lo sé", dijo Sánchez.

Fue un mensaje pensado para quitar presión a los republicanos, porque aquí, pese a las prisas del PSOE y la calma de ERC, ambos partidos están en parte coordinados. Fuentes de la Moncloa explican que fue el partido de Oriol Junqueras el que pidió más tiempo para negociar y que lo hizo "con buen tono", algo que ha provocado que Sánchez no quiera pisar el acelerador.

Tres fechas

Mientras las negociaciones avanzan, el PSOE y ERC miran de reojo a tres fechas de diciembre que pueden impactar en el diálogo hacia la investidura, con consecuencias inciertas. El 16 de diciembre, la justicia belga celebrará la vista sobre la euroorden para entregar a Carles Puigdemont, aunque la decisión no tiene por qué conocerse ese mismo día y no es descartable que se aplace de nuevo. Si el tribunal acepta la petición del juez Pablo Llarena, el 'expresident' sería puesto a disposición judicial de las autoridades españolas, algo que sacudiría el mundo independentista. Los republicanos temen que este hecho dé oxígeno a las voces más radicales y contribuya a incendiar el clima en la calle, lo que dificultaría todavía más pasar del 'no' a la abstención.

La segunda fecha es el 19 de diciembre, cuando el Tribunal de Justicia de la UE (TJUE) decide sobre la inmunidad de Oriol Junqueras. El mes pasado, el abogado general de esta institución consideró que se debía reconocer al líder de ERC como miembro del Parlamento Europeo. Esta decisión no cambiaría su situación, puesto que ya ha sido condenado, pero sí podría afectar a Puigdemont y el 'exconseller' Toni Comín, ambos fugados.

El 21 de diciembre, ERC celebrará su 38º Congreso Nacional, donde se presentará a la nueva ejecutiva, escogida en septiembre, en la que Pere Aragonès asume la coordinación y Marta Vilalta la secretaría adjunta. Aunque el equipo negociador de los republicanos insiste en que este cónclave no afecta a las negociaciones, el partido abordará una ponencia estratégica para marcar el rumbo político y no contempla tomar una decisión sobre la investidura hasta que haya concluido la cita.