El vicepresidente de la Junta de Castilla y León y líder de Cs en esa comunidad, Francisco Igea, declaró ayer ante el juez que no recuerda haber amenazado a un militante de su partido, aunque admitió que habló con él en tono "elevado" y le dijo que no iba a tolerar que se atacase la honradez de su familia. También le advirtió que no aguantaría que alguien intentase torcer la voluntad de los militantes del partido, que estaban celebrando unas primarias a las que concurría Igea.

Igea fue juzgado ayer por un delito leve de amenazas, que se deriva de la denuncia presentada contra él por un afiliado de Cs, quien reclama que pague una multa de 3.600 euros.

"La próxima vez que hables de mi familia te reviento la cabeza", sostuvo el denunciante que le amenazó Igea, a quien acusó también de haberle dicho que, si volvía a salir en las redes sociales algo relativo a la honradez de su familia, le destrozaba a él y al partido porque tenía documentos para hacerlo.