Medio centenar de parlamentarios de las Cortes constituyentes, entre ellos Alfonso Guerra, Marcelino Oreja, Nicolás Redondo o Juan José Laborda, suscriben un manifiesto en el que piden a los partidos que posibilite un Gobierno que no esté sujeto al independentismo. Los firmantes llaman a facilitar que el futuro Ejecutivo "pueda ejercer plenamente sus funciones dentro de la Constitución, sin depender de grupos políticos que no la aceptan o quieren abolirla".