El Parlament aprobó ayer, con los votos de Junts per Catalunya (JxC), ERC y la CUP, la polémica resolución que suspendió parcialmente el Tribunal Constitucional (TC) por las referencias al derecho a la autodeterminación y la reprobación de la monarquía. Y lo hizo con un nueva "astucia" para sortear la prohibición de la corte de garantías: recuperar la parte vetada por los jueces a través de enmiendas que evidencian la división entre los independentistas.

La resolución -la respuesta institucional a la sentencia del procés, publicada el 14 de octubre- fue aprobada con los 68 votos de JxC, ERC y la CUP, frente a los 21 votos en contra del PSC y el PP y las 8 abstenciones de los comunes. Los 36 diputados de Ciudadanos se ausentaron y el partido avanzó que llevará lo ocurrido ante la Fiscalía.

El Constitucional suspendió la tramitación de un fragmento del punto 11 de la resolución pactada por las tres fuerzas: el Parlament "reitera y reiterará, tantas veces como lo quieran los diputados y las diputadas, la reprobación de la monarquía, la defensa del derecho a la autodeterminación y la reivindicación de la soberanía del pueblo de Cataluña para decidir su futuro político".

El fragmento quedó borrado de la resolución que ayer votó el Pleno, pero JxC, ERC y la CUP aprobaron por separado enmiendas que citan textualmente, a modo de recordatorio, la frase tachada por el TC y expresan su "rechazo" a la suspensión parcial del texto.

Pese a haber presentado enmiendas por separado a su propia resolución para responder a la suspensión dictada por el Tribunal Constitucional, JxC, ERC y la CUP tenían acordada una enmienda transaccional conjunta, que al final no han registrado para evitar que la oposición pidiese una nueva reunión de la Mesa del Parlament para reconsiderar su eventual admisión a trámite y, con ello, retrasase la votación.

El presidente del PP, Alejandro Fernández, dijo que la resolución es una "enrevesada ingeniería jurídica para hacer ver que desobedecen sin desobedecer".

Incluso en las propias filas de JxC y ERC se escucharon voces de autocrítica por una resolución aprobada 44 días después de la sentencia del procés y con enmiendas por separado.

La diputada de JxC Elsa Artadi reconoció que no han dado "una respuesta suficientemente transversal, coherente y ambiciosa", y no han estado "a la altura de lo que requería la sociedad".

También lo vio así el diputado de la CUP Vidal Aragonés, que lamentó que no haya una "estrategia para avanzar en la constitución de la república".