Galicia es una de las cuatro autonomías de España en las que Vox no ha conseguido escaño. Pero eso no significa que la formación de Santiago Abascal no haya tenido pegada en la comunidad gallega. En seis meses ha conseguido incrementar en más de 27.700 sus apoyos electorales y ya es la tercera fuerza en un centenar de ayuntamientos.

Si en la convocatoria de abril solo ocupó el tercer puesto en nueve ayuntamientos, seis meses después ya se sitúa detrás de PP y PSOE en uno de cada tres ayuntamientos de Galicia.

Vox está teniendo más éxito en el rural gallego que en las ciudades, sobre todo en Ourense. Su ascenso ha supuesto un freno al PP en muchos de estos concellos del rural, donde, si bien los populares aumentaron su respaldo, lo hicieron por debajo de las zonas urbanas. De hecho, es tercera fuerza en 48 municipios ourensanos, es decir, en el 52 por ciento. En Lugo ocupa el mismo puesto en otros 34 concellos y en A Coruña en 16.

Por el contrario, es en la provincia de Pontevedra donde peor se ha posicionado. Solo logró ser tercera fuerza en las localidades de Meaño y Rodeiro.

En casi una veintena de municipios de Galicia logró superar el 10 por ciento de apoyo electoral el pasado domingo. Es el caso de ayuntamientos como Bergondo, Ribeira, Amoeiro, Carballeda de Valdeorras, O Barco, Abadín o Becerreá.