Once años después de que la quiebra de Lehman Brothers diese el pistoletazo de salida a una de las mayores crisis financieras y económicas de la historia, por suerte ya superada, el desempleo sigue siendo el principal problema para los gallegos. Prácticamente la mitad (47,1%) de los encuestados por el Instituto DYM para FARO con motivo de las elecciones del 10N considera que el paro es la mayor preocupación en Galicia, a la que sigue, pero muy de lejos, la despoblación del rural (18,9%), una inquietud que ha adelantado en el ranking a otras como la corrupción (4,2%), la economía (3,2%), la sanidad (3,2%) -tan demonizada en los últimos años por los problemas en Atención Primaria-, la propia política (2,2%) o la desindustrialización (2%) de la región pese a los recientes casos de As Pontes, Alcoa o los problemas en Barreras.
De la encuesta de DYM se extrae que a los gallegos les preocupa sobre todo llegar a fin de mes. El 47,1% de los contactados por el instituto admite que su mayor preocupación es el empleo, un porcentaje que baja sustancialmente con respecto al sondeo realizado en las semanas previas a los comicios municipales del 28A (68,2%), pero que evidencia las reservas de los habitantes de las cuatro provincias gallegas sobre el futuro de la economía. Según el último balance de la EPA, el empleo pegó un frenazo en el tercer trimestre del año, cuando el 70% de los puestos que se crearon fueron temporales y a media jornada.
Para un 18,9% de los encuestados, por contra, el principal problema que acecha a Galicia es la despoblación, una tendencia que afecta en mucha mayor medida a las provincias de interior (Ourense y Lugo) que a Pontevedra y A Coruña. El vacío demográfico ha superado incluso en el ranking a otros problemas como la corrupción, la economía o la sanidad, conscientes los gallegos de que está en juego el futuro de la región. Las proyecciones que realiza el propio Instituto Nacional de Estadística (INE) reflejan una pérdida constante de habitantes en la comunidad en los próximos veinte años, y mucho más intensa que la de la media del Estado español.
La corrupción, por su parte, sigue ocupando una posición relevante en el ranking, siendo todavía el principal problema para el 4,2% de los gallegos. Aunque el porcentaje es muy inferior al de hace cuatro años, cuando había más de 150 casos abiertos de corrupción en España (los más conocidos: la Gürtel, el caso Nóos, el caso Pretoria, las tarjetas black, los ERE de Sevilla, la trama de los Pujol, etc.) y más de 2.000 personas imputadas. Por aquel entonces era la segunda mayor preocupación para los gallegos y hoy es la tercera.
El estado de la economía en general, por los síntomas de agotamiento del crecimiento en España y Europa y factores externos como el "Brexit" o la guerra comercial entre Estados Unidos y China; y la sanidad, son en cambio el principal problema de Galicia para el 3,2% de los encuestados. Llama la atención la caída registrada por la sanidad, ya que en la encuesta realizada por DYM antes del 28A representaba la segunda mayor preocupación para los gallegos, con un 18,1%, solo superada por el paro y el empleo precario.
Otro clásico entre los problemas, la política, sigue siendo el primer quebradero de cabeza para el 2,2% de los encuestados, mientras que la desindustrialización que sufre Galicia, con ejemplos muy recientes como los de las plantas de Alcoa, Endesa en As Pontes o la grave crisis que sufre el mayor astillero privado de España, el vigués Hijos de J. Barreras, que se juega su futuro y el de buena parte del naval de la Ría, es la máxima preocupación para el 2%. Le siguen en el ranking las pensiones (1,9%), el envejecimiento (1,2%), las infraestructuras (1%) y la desigualdad/desequilibrio/modelo territorial (0,9%). La educación cierra la tabla, al ser el principal problema de Galicia solo para el 0,6% de los contactados por DYM.
