La violencia favorece al independentismo en la medida que "hace visible el conflicto" catalán, afirmó ayer la presidenta de la Assamblea Nacional de Catalunya (ANC), Elizenda Paluzie. A su juicio, "al final, el principal responsable de la violencia es el Estado", "las encuestas no indican" que los incidentes callejeros perjudiquen al independentismo y resulta "evidente" que esos hechos sitúan el debate político en la prensa internacional.

ANC, la entidad social con mayor capacidad de movilización del independentismo, siempre hizo bandera de su carácter pacífico. Sin embargo, el impacto de las batallas urbanas desatadas en Barcelona tras conocerse las condenas del Supremo a los líderes secesionistas lleva a su presidente a mostrar tolerancia con sucesos que "hacen visible el conflicto" dado que "el mundo es como es". En una entrevista en la televisión pública, Paluzie insiste en la crítica a la falta de unidad de los partidos y a la necesidad de una "movilización constante", siguiendo el modelo de las protestas de Hong Kong, siempre con "acciones en clave de lucha no violenta" que sin embargo deben tener "el objetivo político de desgaste del Estado".

JxCat, el partido de Torra, presentará una iniciativa parlamentaria para poner en marcha una investigación parlamentaria sobre la actuación de los Mossos en las movilizaciones callejeras.

"Impulsamos la comisión para abordar toda la violencia policial de estos días. No solo la impulsamos sino que pedimos el apoyo de todos los grupos parlamentarios para esta iniciativa", dijo el portavoz de JxCat en el Parlament, Eduard Pujol, quien reclamó "respetar los plazos de creación de esta comisión", por lo que no detalló "en qué momento" se pondrá en marcha, "y menos teniendo en cuenta que hay campaña electoral".

La CUP presiona en idéntica dirección al presidente de la Generalitat, por un lado para que destituya a su consejero de Interior, Miquel Buch, y a la vez abra una investigación sobre las actuaciones de los Mossos en los disturbios. Para ello, la formación radical registró ayer una moción en el Parlament en la que pide el cese inmediato de Buch y la apertura de una investigación sobre las intervenciones de la policía autonómica en los disturbios, orientada a "depurar responsabilidades" dentro del cuerpo "adoptando las medidas oportunas". La moción no será debatida hasta que se celebre uno de los plenos posteriores a las elecciones del 10N. La CUP, que por primera vez concurrirá a unos comicios generales, anticipa que en el Congreso evitará "la dinámica parlamentaria" y se limitará a la participación en los plenos más importantes, como el del debate de investidura, los de política general y los de presupuestos.