La quiebra interna del soberanismo quedó ayer de nuevo en evidencia en el Parlament con el rechazo de ERC al anuncio del president Torra de su intención de convocar un nuevo referéndum para la autodeterminación "lo antes posible". En el pleno de la Cámara falta consenso incluso para dar una respuesta política unitaria a las condenas impuestas por el Tribunal Supremo a los líderes del proceso secesionista, por lo que la sesión de ayer se cerró sin que hubiera resolución alguna.

Torra sorprendió a quienes son sus socios en el Govern y provocó el malestar de ERC con la propuesta de "volver a poner urnas para la autodeterminación" en esta misma legislatura. El president sostuvo ayer en el Parlament que "tenemos un deber inmenso: fijar las vías para concretar el ejercicio del derecho a la autodeterminación en el plazo más breve posible y, en el marco de este acuerdo nacional, yo defenderé que en esta legislatura se acabe volviendo a ejercer el derecho a la autodeterminación". El jefe del Govern eludió concretar si esa pretensión incluye un nuevo referéndum o unas elecciones planteadas en clave plebiscitaria.

Torra lanzó su iniciativa sin haberla avanzado antes ni a su vicepresidente y coordinador nacional de ERC, Pere Aragonès, ni a los demás consellers, pese a haberse reunido la víspera con ellos para exponerles los términos de su intervención. La consellera de la Presidencia y portavoz del ejecutivo, Meritxell Budó, admitió que en la reunión del Ejecutivo del martes pasado no se había entrado en detalles sobre la propuesta que haría Torra en el pleno de ayer, pero aseguró que estaba "trabajada y consensuada" entre JxCat y ERC. La respuesta de Esquerra dejó ayer en evidencia que no era así. "No es el momento de poner fechas" al ejercicio de la autodeterminación, afirmó el presidente del grupo parlamentario de ERC, Sergi Sabrià, desmarcándose de Torra al término de su comparecencia. Esquerra aboga por poner "la amnistía y la autodeterminación encima de la mesa", pero también por exigir "el cese de la represión" y por "forzar al Estado a sentarse a una mesa de diálogo y negociación", añadió Sabrià. La estrategia de ambos socios del Govern es distinta y frente al apresuramiento de Torra, los republicanos consideran que se necesita tiempo. "Es el momento de buscar los grandes acuerdos y consensos, con los cuales el independentismo siempre ha avanzado", afirmaba ayer el presidente del grupo parlamentario de ERC. "Es hora de acumular fuerzas para 'volverlo a hacer', ahora sí, para ganar", añadió Sabrià.

Al término de la sesión, Torra y Aragonès se reunieron en la zona de despachos institucionales de la Cámara catalana para abordar las discrepancias entre ambas formaciones que ayer volvieron a hacerse explícitas.

La diputada de la CUP Natàlia Sànchez considera que Torra, tiene "poca credibilidad" al anunciar que en este legislatura se volverá a ejercer el derecho de autodeterminación. "Vemos que es arriesgado y poco útil hacer anuncios con fechas concretas y sin tejer acuerdos" previos con partidos y movimientos sociales, apuntó.