La portavoz de la UE, Mina Andreeva, valoró ayer la sentencia conforme a la posición que ha mantenido inalterable el Ejecutivo comunitario: "Es un asunto interno de España". Expresó, además, su respeto al sistema constitucional español y consideró las manifestaciones en Cataluña como un ejercicio de libertad siempre que no se produzcan de manera violenta. Una de las claves del secesionismo catalán ha sido, desde el primer momento, involucrar a alguna autoridad europea que respaldase el proceso internacionalmente. Hasta ahora no ha sido posible. Una activa red diplomática española ha logrado mantener cerrada esa puerta pese a todos los intentos de Carles Puigdemont y de otros políticos catalanes de lograr una foto en la sede de la Comisión Europea.

El Gobierno comunitario siempre ha mantenido que cualquier Estado que se separe de otro integrado en la Unión debería ponerse a la cola para volver a entrar. Los secesionistas han dado por hecha la integración de una Cataluña independiente sin tener en cuenta ese mandato.

Eso no significa que el secesionismo no tenga apoyos en otras instancias. Por ejemplo, la portavoz de Los Verdes en la Eurocámara, la alemana Ska Keller, calificó la sentencia de "desproporcionada". En su grupo está integrada Esquerra Republicana de Cataluña (ERC), la formación de Oriol Junqueras.

En Bélgica, el país europeo que mayor presión interna soporta por tensiones entre sus dos principales comunidades, tuvo fuerte repercusión la sentencia. Los medios de comunicación destacan más, no obstante, la reactivación de la euroorden de arresto del expresidente Carles Puigdemont que vive en Waterloo, al sur de Bruselas. Eso implica la intervención de los tribunales belgas que ya rechazaron la solicitud de la justicia española. Se considera ahora que la petición es más sólida y fundada y, por tanto, más difícil de rechazar por los tribunales belgas.

Los gobiernos de Francia y Alemania mostraron ayer su respeto por la sentencia del Tribunal Supremo e indicaron que el conflicto catalán debe resolverse de acuerdo con la legalidad española. El Gobierno de París manifestó su "confianza en la capacidad de las autoridades españolas para superar las tensiones aparecidas en Cataluña, dentro del respeto al Estado de derecho y a la democracia". El Ejecutivo galo añadió que apoya "la unidad territorial y constitucional de España". Por su parte, el Gobierno alemán recordó su "convicción de que el conflicto catalán se debe resolver en el marco de la ley y la Constitución españolas. Eso es lo que ha ocurrido hoy (por ayer) con la sentencia del Tribunal Supremo", explicó su portavoz, Steffen Seibert.