El presidente del Parlament, Roger Torrent, ha defendido este jueves que se debe velar por la libertad de expresión en la Cámara catalana, y ha exigido al presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, que ponga propuestas políticas y democráticas sobre la mesa, porque "ningún tribunal resolverá el conflicto".

Lo ha dicho en declaraciones a los medios después de haber recibido la notificación del Tribunal Constitucional (TC) que les comunica a él y al resto de miembro de la Mesa el incidente de ejecución y les advierte de posibles responsabilidades penales si no se paralizan las iniciativas contrarias a las resoluciones del tribunal.

Torrent ha insistido en pedir a Sánchez que haga política y que no intente trasladar el asunto "a los tribunales y a las sentencias, porque ni la censura ni la voluntad de callar opiniones políticas resolverán un problema que es político".

"Sánchez tiene la misma consideración del parlamentarismo que Rajoy, ha dicho en referencia al expresidente del Gobierno central, y ha avisado de que la Mesa no limitará los temas a tratar en la Cámara en función de lo que le guste o no al Gobierno central.

El presidente del Parlament ha insistido en que la Mesa del Parlament no se convertirá en un "órgano censor", porque debe garantizar la libertad de expresión de todos los diputados, ya que no hacerlo sería no respetar la libertad de expresión de los ciudadanos, ha dicho.

"Continuaremos defendiendo la libertad de expresión de los diputados, piensen lo que piensen y opinen lo que opinen", ha remarcado Torrent, que ha acusado al Gobierno central de pretender censurar posicionamientos políticos, algo que le parece inquietante, y más teniendo en cuenta que otros parlamentos han debatido y aprobado iniciativas que defienden aplicar el artículo 155 de la Constitución en Cataluña, según él.

Ha afirmado que más de dos millones de catalanes son republicanos y quieren un referéndum, "y esto no cambiará por más sentencias e interlocutorias" que haya, y ha avisado de que, si se abre la puerta de la censura, se sabe cuando se abre pero no cómo acaba el asunto, por lo que cree que se entra en una dinámica peligrosa.

"¿Quién decidirá de qué se puede hablar y de qué no?", se ha preguntado, y ha sostenido que esta postura la debería defender todos los presidentes de cámaras parlamentarias, porque en éstas se debe poder expresar la opinión de los diputados, que es la de la ciudadanía y que no cambiará aunque no se puedan abordar en un parlamento, ha resaltado.