A falta de un mes para que los españoles acudan a las urnas, Pedro Sánchez tiene ya un calendario para lo que vendrá después y anticipa que antes de que acabe el año estará el frente de un nuevo Ejecutivo. El anuncio del líder del PSOE y presidente en funciones fue acogido con críticas y escepticismo por el resto de los partidos. Para Pablo Casado, las previsiones de Sánchez son una "broma de mal gusto". Más expresivo fue el portavoz del PNV, Aitor Esteban: "Menos cuentos y vamos a hablar de cosas importantes", señaló.

La pretensión de Sánchez consiste en que en diciembre haya un nuevo Gobierno y que en enero se apruebe el techo del gasto, con el objetivo de que en el primer trimestre de 2020 se pueda elaborar una nuevo presupuesto. El calendario choca con los plazos dilatados con que en España se produce la transición de un Ejecutivo a otro nuevo tras unos comicios generales. Para empezar, las Cortes salidas del 10-N no se constituirán hasta el 3 de diciembre. A partir de ahí se desarrollará un proceso con plazos pautados para la formación de grupos parlamentarios, tras lo cual se abrirán las consultas del Rey con los partidos. Vendría después la investidura, todo ello en un mes con muchos días inhábiles por las fiestas navideñas.

Es una "broma de mal gusto que hable de desbloqueo la persona que ha bloqueado España durante cuatro meses", replicó Pablo Casado al plan anunciado por Sánchez. Para el líder del PP, "Pedro Sánchez es sinónimo de bloqueo" puesto que ya "pudo pactar con cuatro partidos para ser investido".