La mayoría de los símbolos independentistas colocados en dependencias de la Generalitat fueron retirados a lo largo de la mañana de ayer, antes de que a las 15 horas venciese el plazo dado para hacerlo por la Junta Electoral Central (JEC) al presidente catalán, Joaquim Torra. En su orden, la JEC advertía a Torra de que la exhibición de símbolos partidistas supone un incumplimiento de la obligación de neutralidad política que los poderes públicos deben mantener durante el periodo electoral.

De hecho, Torra se enfrenta a un juicio por presunta desobediencia el próximo 18 de noviembre en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña por no haber hecho retirar símbolos de edificios públicos de la Generalitat antes de las elecciones generales del 28 de abril.

El Consejo de Ministros aprobó, por su parte, pedir al Tribunal Constitucional (TC) que advierta al presidente del Parlamento de Cataluña, Roger Torrent, y a la Mesa de la cámara que algunas de las resoluciones aprobadas por ese legislativo incumplen resoluciones del propio Tribunal. Reclama además al TC que señale a Torrent que su obligación es cumplir las sentencias e impedir iniciativas que las ignoren o eludan, por lo que, de no hacerlo puede incurrir en delito de desacato.

El Gobierno también ha recurrido la aprobación por el Parlamento catalán, el pasado 25 de julio, de una resolución contra el Rey y de otra en la que se reafirma en la defensa del derecho a la autodeterminación de Cataluña.