El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, admitió ayer su preocupación tras la detención en Cataluña de nueve personas acusadas de aprestarse a atentar con explosivos caseros en los próximos días. "Me acabo de enterar por los medios de comunicación, pero lógicamente me preocupa", afirmó Sánchez a su llegada a la sede del diario "The New York Times" para participar en la "Climate Week", uno de los actos paralelos a la cumbre del Clima y a la reunión anual de la Asamblea General de Naciones Unidas.

Desde el secesionismo se denunció una voluntad estatal de criminalización. El presidente de la Generalitat, Joaquim Torra, tuiteó: "La represión continúa siendo la única respuesta del Estado español. Están intentando volver a construir un relato de violencia antes de las sentencias. No lo conseguirán. El movimiento independentista es y será siempre pacífico".

ERC y JxC pidieron conjuntamente la comparecencia del ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, ante la Comisión de Interior del Congreso. La diputada autonómica de la CUP Maria Sirvent denunció un "montaje policial", con registros en "locales populares" donde han sido incautados "materiales de fiesta mayor" sobrantes de los meses de verano.

La portavoz de Cs, Lorena Roldán, se preguntó si cuando Torra pedía hace un año a los CDR que "apretaran" se refería a "apretar el detonador".