La desafección que, según la encuesta de DYM Politics para FARO DE VIGO, sufren los votantes de Ciudadanos se basa en un sentimiento de que la formación naranja no representa las expectativas que ellos habrían puesto en el partido de Albert Rivera.
Así las cosas, el 64,6 por ciento de los votantes de Ciudadanos creen que la formación debería haber facilitado la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno, poniendo fin al bloqueo e incertidumbre de la actual situación.
Los votantes de Ciudadanos parecen castigar el hecho de que el partido naranja no haya sido un elemento ágil y no ideologizado a la hora de inclinar la balanza del gobierno del lado de los socialistas o de otras formaciones políticas, según los intereses de cada circunstancia.
El peligro de no ser, ciertamente, un partido de "centro" en el sentido estricto pasa factura a Ciudadanos. Resulta significativo que más de la mitad de los votantes de Ciudadanos (el 54,2 por ciento ) siga considerando que echa en falta otras alternativas políticas que encajen con su ideario. Este porcentaje es el más alto, en comparación con otras siglas políticas que, en cambio, sí consideran que se sienten bien representadas. El votante de centro, ese que según las encuestas es el que termina por decidir unas elecciones, continúa siendo el espectro de electores más volátil, y por eso el más apreciado.
