Cuatro horas y media para constatar que persisten unas diferencias por ahora insalvables. Ese fue el resultado ayer del primer encuentro entre los equipos negociadores de PSOE y Unidas Podemos (UP), que abre el último intento para impedir que las Cortes se disuelvan el 23 de septiembre y haya elecciones el 10 de noviembre. UP reprocha a los socialistas que se mantengan "profundamente inamovibles en sus posiciones" y que ayer se limitaran a presentar "un programa electoral". El acuerdo es "factible", afirmaba en cambio la portavoz del PSOE, Adriana Lastra, quien hacía suyas las palabras de Pedro Sánchez sobre la necesidad de buscar "algo intermedio a lo que unos y otros proponíamos hace unas semanas".

La primera reunión fue larga. Ni siquiera hubo acuerdo sobre los preliminares, lo que parecía un anticipo de lo que vendría después. Unidas Podemos rechazó que se tomaran fotos al comienzo del encuentro alegando que se trataba de una reunión de trabajo. A tenor de lo que contaron después, Unidas Podemos se encontró con el rechazo del PSOE a su pretensión de retomar la negociación a partir de la última oferta de julio -una vicespresidencia y tres ministerios para los de Iglesias-, que entonces rechazaron. "Nos vamos sinceramente preocupadas porque básicamente han venido a presentarnos un programa electoral, se han mostrado profundamente inamovibles en sus posiciones", lamentaba la portavoz de UP en el Congreso, Ione Bellarra.

Sentados frente a frente, las diferencias que ambas formaciones vienen manifestando en las semanas precedentes se hicieron todavía más visibles, pero el acuerdo es "factible", afirmaba Adriana Lastra a la salida. Quedó constancia de que se mantiene el acuerdo sobre el que sustentaban los presupuesto cuyos rechazo parlamentario abrió paso a las elecciones. Ahora, para que la negociación llegue a buen término resulta necesario que "no haya reproches, ni vencedores ni vencidos", apunta Lastra. La puerta todavía no está cerrada. "Nos hemos emplazado a seguir hablando en los próximos días y, si es posible, a tener alguna otra reunión", anticipaba Belarra con cierto deje escéptico.

La vicepresidenta Carmen Calvo encabezó la delegación socialista, que completaron la ministra de Hacienda, María Jesús Montero y Lastra. Por parte de Unidas Podemos, acudieron el diputado Pablo Echenique y la portavoz adjunta en el Congreso, Ione Belarra. Asistieron también representantes de las confluencias: Yolanda Díaz (Galicia en Común), Jaume Asens (En Comú Podem); Juantxo Uralde (Equo); y Enrique Santiago (Izquierda Unida).

El encuentro estuvo precedido por las declaraciones de los líderes. Pedro Sánchez invita a buscar una "salida intermedia entre posiciones antagónicas", convencido de que "saber negociar es querer negociar". Iglesias responsabiliza al presidente en funciones de la falta de un acuerdo. Sánchez no quiere que le "hagan sombra" en el Consejo de Ministros, afirmaba en una entrevista televisiva, en la que contrapuso la resistencia del socialista a pactar con los acuerdos alcanzados entre ambas fuerzas en el ámbito autonómico.

Con independencia de lo que ocurra en los próximos días, Iglesias buscará el cara a cara con Sánchez en el Congreso y le pedirá que haga balance de cuatro meses de Gobierno en funciones. Será en la sesión de control al Ejecutivo del miércoles próximo. Pablo Casado y Albert Rivera incidirán en el mismo asunto. El líder del PP preguntará al jefe del Ejecutivo "¿Cómo valora la situación del país?", mientras que el de Ciudadanos quiere saber si Sánchez "considera que la actual situación política responde a las necesidades de la sociedad española".

El president Torra anticipó ayer el ya previsible rechazo de JxCat a la investidura de Pedro Sánchez, la misma posición que mantuvieron en julio."No hay motivo para cambiar el sentido del voto", afirmó el jefe de Govern en un desayuno informativo.