El desencuentro entre el Gobierno y Podemos ante un eventual segundo intento de investidura de Pedro Sánchez está lejos de resolverse. El Gobierno lanzó ayer una advertencia, en tono muy taxativo, a la formación morada: "No se observan condiciones para un Gobierno de coalición. De ninguna manera. El proceso de negociación para la investidura puso en evidencia que hay suficiente desconfianza como para que no resulte transitable esa opción. Pero hay otras opciones en las que sí queremos acercar posiciones", explicó la ministra portavoz en funciones, Isabel Celaá, en declaraciones realizadas en rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.

Para Celaá resulta "un falso dilema" la afirmación de que "o hay un Gobierno de coalición o hay elecciones". La falsedad radica, a juicio de la Ministra, en que "hay muchas fórmulas, además de la del gobierno de coalición, que merece la pena explorar". El Gobierno ha venido explicando en las últimas semanas su preferencia por establecer con Podemos un acuerdo de investidura, o incluso de legislatura, sobre la base de un documento programático que incluya calendarios y controles de cumplimiento.

Celaá anunció que el Presidente no reanudará hasta septiembre las negociaciones con los partidos, ya que en los próximos días continuará la ronda de contactos con grupos sociales iniciada antes del parón veraniego de la pasada semana. "Todavía hay tiempo", aseguró la portavoz, quien, sin embargo, advirtió que "los tiempos corren para todos, no sólo para el Gobierno" y que, en cualquier caso, "el presidente es el que marca los tiempos". El plazo para una investidura vence el día 23 de septiembre y, de no conseguirse, se disolverán las Cortes y se convocarán elecciones para el 10 de noviembre.

Horas antes de la intervención de Celaá, la cúpula de Unidas Podemos desveló una carta a su militancia en la que explican que no están dispuestos a aceptar "un trágala" del PSOE para apoyar la investidura de Sánchez , a quien acusan de instalarse en una posición de "o como yo digo, o elecciones", que "no solo es irresponsable, sino que está llamada al fracaso, dada la pluralidad de fuerzas necesitada para sostener un posible Gobierno progresista". Celaá rechazó que la posición que ha adoptado Sánchez sea "un trágala".