El nuevo Gobierno de Madrid celebró ayer su primer reunión, pocas horas después de que la presidenta Isabel Díaz Ayuso consiguiera cerrar su composición. El encaje de David Pérez, exalcalde de Alcorcón y número dos en la candidatura autonómica que encabezaba Díaz Ayuso, retrasó que se hiciera pública la composición del Ejecutivo. Pérez está finalmente al frente del departamento de Vivienda y Administración Local.

La tardanza en dar a conocer la composición del nuevo Ejecutivo alertó sobre las dificultades que estaba generando la designación de sus miembros. Mientras que Ciudadanos fue desgranando desde la semana pasada los nombres de quien se harían cargo de las seis carteras que les correspondieron en el reparto, a primera hora de la noche de ayer el PP todavía tenía pendiente de confirmar a los titulares de tres de sus departamentos. Uno de ellos fue el adjudicado finalmente a David Pérez.

El PSOE critica la falta de paridad del Gobierno de Díaz Ayuso, en el que figuran diez hombres y tres mujeres.

El nuevo consejero de Justicia, Interior y Víctimas, Enrique López, defendió ayer su idoneidad para el cargo pese a que en 2014 hubo de dimitir del Tribunal Constitucional por conducir su moto ebrio, sin casco y saltarse un semáforo. "Pagué muy caro por ello, aprendí mucho de ese error, me he fortalecido mucho como persona y en el mundo profesional y en su momento reconocí el error que cometí. Yo creo que una sociedad democrática tiene que apostar muy seriamente por supuesto por la no comisión de los delitos pero también por la rehabilitación", afirmaba tras jurar su cargo en la Real Casa de Correos. López asegura que, de no haber sido apartado por su afinidad al PP de los casos Bárcenas y Gürtel, "si hubiera tenido oportunidad, esos asuntos los hubiera juzgado como todos, con pleno respeto a la ley".