La crisis del "Open Arms" está provocando un episodio de tensión entre el Gobierno español y el italiano, además de una creciente tirantez entre Madrid y la propia ONG. Mientras, 107 personas siguen hacinadas en el buque a solo 800 metros de la isla italiana de Lampedusa, ante la que llevan 18 días varados. La ONG considera inviable la propuesta española de acoger a los migrantes en puertos baleares y, tras haber reclamado por la mañana que se le preste asistencia marítima para acometer el trayecto, ayer por la tarde propuso su traslado por aire a España.

La vicepresidenta del Gobierno en funciones, Carmen Calvo, acusó a Italia de "saltarse las leyes" y contravenir "todas las normas", por lo que amenazó con denunciar a sus responsables ante el Tribunal Internacional de Derechos del Mar de Hamburgo.

Sin embargo, Calvo también dirigió sus críticas a la ONG, asegurando que el buque tuvo la oportunidad de atracar en Malta después de que el Gobierno estuviera trabajando "todo el tiempo" en esta alternativa y, sin embargo, no lo hizo.

La ONG dio a entender, por su parte, que el ofrecimiento español de atracar en puertos baleares es resultado de un acuerdo con Italia, que "Open Arms" calificó de "completamente incomprensible". Esta afirmación fue tajantemente desmentida por fuentes del palacio de La Moncloa, que insistieron en acusar a Italia de "incumplir la ley al impedir el desembarco en Lampedusa".

La ministra de Defensa, Margarita Robles, fue muy dura con el titular de Interior y hombre fuerte del Gobierno italiano, Matteo Salvini, a quien acusó de haber hecho fracasar la "Operación Sophia" de control de migrantes en el Mediterráneo, por sus políticas "xenófobas" y su actitud "inconcebible" con el "Open Arms". Robles descartó la continuidad de esta operación militar que actúa desde 2015 en el Mediterráneo.

Entre tanto, el "Ocean Viking", fletado por Médicos sin Fronteras (MSF) y SOS Méditerranée, siguió esperando ayer cerca de las aguas jurisdiccionales de Italia y Malta a que alguno de los dos países autorice a desembarcar a los 356 migrantes que ha rescatado frente a las costas libias.No hay situaciones de urgencia, no obstante, los equipos de MSF han realizado unas 130 consultas y han tratado a más de 60 personas.