El líder del PP, Pablo Casado, ha insistido este lunes en la oferta de su partido a Ciudadanos para unir fuerzas si se producen nuevas elecciones, aunque suavizada y sin que suponga renunciar a las siglas, mientras que ha reiterado su rechazo frontal a apoyar una investidura de Pedro Sánchez.

En su reaparición, tras unas semanas sin actos públicos, Casado ha variado poco su postura ante la situación de bloqueo institucional más allá de matizar la fórmula de posible coalición con Ciudadanos, para lo que el PP ya ha registrado en previsión la marca 'España Suma'.

Ha sido una aparición feliz y eufórica para Casado con motivo de la toma de posesión como presidenta de la Comunidad de Madrid de Isabel Díaz Ayuso, una amiga y una apuesta personal del líder del PP además de la encargada, a partir de ahora, de capitanear el buque insignia del partido en España.

Casado ha decidido replantear la propuesta del PP a Ciudadanos, tras recibir durante todo este mes calabazas de la formación naranja a su propuesta de una coalición con la que unir el voto de centro derecha.

Y lo ha hecho alabando desde todo punto de vista la estrategia de Ciudadanos, tanto su apoyo para el Gobierno de la Comunidad de Madrid, como por su postura ante la ronda de contactos que el presidente del Ejecutivo en funciones, Pedro Sánchez, ha dicho que va a iniciar a finales de agosto o principios de septiembre.

Casado ha agradecido al líder de Ciudadanos, como al de Vox, su colaboración para el Gobierno autonómico y después ha pasado a defender que Albert Rivera tiene "toda la razón" en mantener su rechazo a apoyar la investidura de Sánchez, a quien ha reprochado que no ha ofrecido "absolutamente nada" a la formación naranja.

Por su parte, el presidente de los populares ha reafirmado que su proyecto sigue siendo "diametralmente opuesto" al de los socialistas, por lo que está dispuesto a reunirse "encantado" con Sánchez, pero no para facilitar de ninguna manera la investidura sino, en todo caso, para hablar de posibles pactos de Estado.

En todo caso, durante este período de verano no se han producido contactos en ningún sentido, ni con Ciudadanos ni con Vox, para plantear una alternativa a una investidura de Sánchez, pese a que el PP ha reclamado la abstención del PSOE para liderar un gobierno de centro derecha si persiste esta situación de bloqueo.

El planteamiento pasa, en este momento, por establecer una alianza "puntual" con Ciudadanos para el caso de que se produzca una nueva convocatoria electoral, aunque el PP es consciente de que será complicado repetir la "carambola" de Andalucía, según fuentes de la dirección del partido.

De momento, y a la espera de que Sánchez vuelva a mover ficha para su investidura, el PP tiene previsto dar el pistoletazo de salida del inicio del curso político el próximo 1 de septiembre en Ávila, la provincia por la que Casado fue diputado en las pasadas legislaturas.

El líder del PP no tiene por ahora más agenda pública, aparte de la reunión a la que pueda convocarle Sánchez dentro de su nueva ronda de contactos.

Casado ha reaparecido con barba de varios días, una imagen distinta a la que tenía cuando se marchó de descanso, pero ya ha augurado que este cambio no durará mucho porque lo ha atribuido exclusivamente al período veraniego.