Cerca de 2.900 inmigrantes irregulares llegaron desde el norte de África a España por el Mediterráneo en julio pasado, un 22 % más que el mes anterior, mientras en el conjunto de Europa las entradas ascendieron a 10.500, un 4 % más, según informó ayer la agencia europea de fronteras Frontex.

La conocida como ruta del Mediterráneo Occidental, que incluye las llegadas a las costas españolas en la península Ibérica y Ceuta y Melilla, fue en julio la segunda vía migratoria hacia Europa más activa, por detrás de la que tiene Grecia como destino. No obstante, las llegadas a través de la Ruta del Mediterráneo Occidental durante los primeros siete meses de este año son un 40 % inferiores sl mismo período de 2018, según Frontex. Los nacionales de Marruecos y Mali fueron los colectivos más numerosos que llegaron a España.

En el conjunto de la Unión Europea (UE), el número de inmigrantes detectados en las cuatro principales rutas migratorias durante los siete primeros meses de 2019 fue de 54.300, casi un 30 % menos que en 2018, fundamentalmente por el descenso de las llegadas a Italia.

En julio se detectaron algo más de 10.500 llegadas irregulares a Europa, un 4 % más que en junio. La que hasta hace poco era la principal ruta elegida por los inmigrantes, la del Mediterráneo Central, con destino a Italia, registró en julio unas 1.100 llegadas de irregulares, en línea con las contabilizadas en junio.