El actor Richard Gere, que llevó alimentos el viernes a bordo del barco "Open Arms", denunció ayer en Lampedusa (Italia), en una rueda de prensa junto a responsables de la ONG española, que las políticas antinmigración "no resuelven el problema y demonizan a las personas". Gere, que acompañaba al activista Óscar Camps, pidió que no haya divisiones entre quienes defienden los derechos humanos, porque "otros se hacen poderosos con ello". El actor lanzó dardos contra las políticas antiinmigratorias del presidente de EE UU, Donald Trump: "Yo también vengo de un lugar con una situación política muy estrambótica", dijo al poner en relación las leyes contra migrantes irregulares del ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, con la gestión de la inmigración mexicana del magnate, que esta semana ordenó la más dura redada contra irregulares en una década.