El anuncio hecho el viernes por el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, de que "a finales de agosto o principios de septiembre" hablará de la investidura, entre otros, con "los nacionalistas catalanes" fue acogido ayer con exigencias por JxCat, la formación posconvergente que tiene como referencia el huido expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont.

Su portavoz en el Congreso, Laura Borràs, reclamó tajantemente hablar de modo directo con Sánchez, ante la posibilidad de que de la reunión con fuerzas independentistas se ocupe la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra. "Nosotros ya nos hemos reunido con Adriana Lastra", dijo Borràs.

"Somos independentistas catalanes, representamos al partido independentista mayoritario en el Parlamento de Cataluña y somos el grupo parlamentario del presidente la Generalitat", resaltó Borràs, quien insistió en que JxCat no quiere "gesticular" sino para hablar sobre el futuro de Cataluña.

Por ello, advirtió que "la inestabilidad del Gobierno español puede continuar si no se aborda de manera frontal el principal problema político que tiene el Estado". Borràs exhortó a Sánchez a "retomar esa lógica de diálogo bilateral" que, según dijo, se estableció en el encuentro entre representantes de la Generalitat y del Gobierno central el pasado 20 de diciembre en el Palau de Pedralbes de Barcelona.

El hecho de que Sánchez aludiese a ERC y JxCat el viernes como fuerzas "nacionalistas" volvió a ser criticado ayer por el PP, a través de su vicesecretario de Comunicación, Pablo Montesinos.

"Obligación"

"Lo dijo sin ruborizarse y nosotros tenemos la obligación de explicar a los españoles que cuando habla de nacionalistas catalanes se dirige a formaciones políticas que hace unos meses intentaron hacer añicos la Constitución, el Estatuto de Autonomía catalán y pusieron a España entre la espada y la pared, es decir, llama nacionalistas catalanes a los independentistas que hoy siguen amenazando a las instituciones y que dicen que quieren una Cataluña fuera de España", subrayó.

Desde Sevilla, la vicepresidenta del Gobierno en funciones, Carmen Calvo, llamó, por su parte, a "la responsabilidad y a la madurez" de los partidos políticos para facilitar la formación de un Gobierno en septiembre, porque "las urnas ya han hablado y no hay alternativa factible", aseguró.

La llamada de Calvo, dirigida tanto a Podemos como a PP y Cs, está destinada a reafirmar que el PSOE pretende agotar todas las posibilidades de acuerdo antes de recurrir a nuevos comicios.